El Senado sancionó el proyecto de ley que eleva la pena a los abusadores de menores, de 15 años a 30 años. El documento pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación o veto.
El senador, Colym Soroka, inclusive propuso que se aplique la castración química a los abusadores para que nunca más lo repita.
«Necesitamos que la política contra la violencia sea integral; tenga medidas preventivas y de educación», remarcó.
El proyecto sancionado aumenta de 15 hasta 30 años de prisión a los abusadores reincidentes.
Durante el debate, el senador Colym Soroka sostuvo que la ley debería ser más radical y aplicar la castración para que nadie se anime a volver a cometer otro abuso.
El legislador planteó modificar la Constitución y «no hacer caso a los derechos humanos de los violadores». Este punto quedó como intención. En realidad se aumentó la pena a 30 años de prisión.
«El aumento de pena no será una solución, pero de todas maneras, es un mensaje fuerte para la ciudadanía. El sentido de justicia para los niños que sufrieron esos abusos tiene que ser la máxima pena de 30 años», dijo la senadora, Lizarella Valiente.
«Los adultos que cometen ese tipo de hechos difícilmente son reinsertados de manera correcta en la sociedad. Siempre repiten este tipo de conducta porque evidentemente tiene un trastorno conductual», agregó la legisladora.
Indicó que la justicia debe ser más rápida, porque los niños que sufrieron el abuso merecen justicia. Agregó que la máxima pena se deberá aplicar cuando hay agravante.
Por su parte, el senador Luis Pettengill, vocero de la Comisión de Legislación, explicó que el proyecto de ley sancionado establece un marco legal que un magistrado deberá manejar a la hora de dictar la sentencia.
«El marco penal mínimo es de 15 años a 20 años, pero la pena podría extenderse hasta 30 años, dependiendo de la apreciación jurídica del caso que realice un tribunal», explicó.
El Senado sancionó el proyecto de ley: prevención
Por su parte, el senador, Eduardo Nakayama, señaló que solamente la pena no evitará que se sigan produciendo abusos, menos anular. También hay que trabajar en la prevención y en la educación, afirmó.
La pena es una disuasión. Se busca que al aumentar la pena, la gente que quiera cometer delito piensen que la pena es elevada. Es una forma de disuadir. La pena también es represivo. Por último, se debe hacer justicia, señaló.