El superintendente de Salud, Roberto Melgarejo, reveló graves irregularidades en actividades relacionadas con la salud, tras investigaciones realizadas por la institución. Entre ellos, destaca la existencia de clínicas clandestinas en el país que ofrecen servicios médicos de manera irregular, incluyendo prácticas prohibidas como abortos, además de la proliferación de centros que operan fuera de las normativas sanitarias.
En entrevista dada este miércoles a la 780 AM, Melgarejo recordó un caso ocurrido hace dos meses y medio en Alto Paraná, donde se clausuró una clínica involucrada en prácticas ilícitas, con la participación de profesionales de la salud.
Este hallazgo desató nuevas investigaciones para identificar más establecimientos que funcionan fuera de la legalidad. Según el superintendente, aunque las pesquisas aún están en una etapa inicial, hay evidencia de que estas actividades persisten en diferentes regiones de la República.
Riesgos para la población
El funcionario también mencionó que otro problema recurrente es la operación de establecimientos que se presentan como clínicas odontológicas o médicas, pero que ofrecen servicios no autorizados, como tratamientos estéticos o cirugías plásticas. Estas actividades, realizadas por profesionales sin habilitación o en espacios no adecuados, exponen a los ciudadanos a riesgos graves para su salud.
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«Es una situación que no solo compromete la salud de las personas, sino que también viola las normas sanitarias», expresó Melgarejo. Asimismo, lamentó que estos lugares recurren a propaganda engañosa para atraer pacientes, lo que agrava el problema.
Necesidad de controles estrictos
El superintendente reconoció que regular al 100% el sistema es un desafío, pero insistió en la necesidad de intensificar los controles y las sanciones para frenar estas prácticas. «Tenemos que actuar de manera firme para proteger la vida y la integridad de los ciudadanos», concluyó.
Las investigaciones continuarán, y la institución adelantó que se reforzarán las inspecciones para identificar y clausurar estos centros clandestinos, enviando un mensaje claro de que la salud no debe ser objeto de negligencias ni irregularidades.
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