El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, se reunieron en Lima, Perú, ayer sábado en el marco de la inauguración del megaproyecto portuario más grande de China en Latinoamérica.
Durante este encuentro, ambos mandatarios discutieron temas clave para la relación bilateral y la estabilidad global. A poco tiempo de asumir el presidente electo Donald Trump, China y Estados Unidos, aun con la administración de Joe Biden, se elevan los nubarrones de tensión, a poco tiempo del cambio de inquilino en la Casa Blanca.
Relación China y EE.UU., seguirá siendo prioridad para los asiáticos
Xi Jinping destacó que la relación entre China y Estados Unidos seguirá siendo una prioridad, independientemente del próximo gobierno en Washington. En este sentido, hizo referencia a las recientes elecciones estadounidenses y a la eventual vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. Asimismo, Xi aseguró que China está comprometida con una relación estable, saludable y sostenible, y se mostró abierto a trabajar con cualquier administración estadounidense para mantener la comunicación, ampliar la cooperación y gestionar las diferencias.
Por su parte, Joe Biden subrayó la importancia de una comunicación abierta entre ambas potencias, calificándola como un mecanismo vital para prevenir malentendidos y evitar conflictos. «Lo que ocurra entre China y Estados Unidos siempre tendrá repercusiones globales», afirmó Biden, quien además instó a un manejo responsable de las relaciones bilaterales para evitar periodos de inestabilidad mundial.
Uno de los puntos más destacados de la reunión fue el acuerdo de ambos líderes en contra del uso de inteligencia artificial en el control de armas nucleares. En este sentido, Biden y Xi coincidieron en que la inteligencia artificial debe estar regulada en este ámbito, dado el riesgo de que los sistemas autónomos puedan actuar fuera del control humano. Esta postura refuerza, además, el compromiso de ambas potencias con la seguridad global, en un contexto donde el desarrollo tecnológico plantea desafíos inéditos.
Finalmente, el megaproyecto portuario inaugurado en Lima se presenta como el mayor de su tipo en la región y refuerza la presencia económica de China en Latinoamérica, consolidando así su estrategia de expansión comercial. Esta iniciativa promete ser un nodo clave en las rutas de exportación hacia Asia y el mundo.
