José Duarte, quién recientemente fue nombrado representante del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), ante la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (ANEAES), manifestó su compromiso con la educación superior paraguaya y destacó la responsabilidad que conlleva esta designación. Duarte expresó su gratitud al presidente de la República y al ministro de Educación por confiarle esta tarea, reconociendo la importancia de su rol en el desarrollo de políticas de calidad para las instituciones de educación superior en Paraguay.
Según Duarte, quien ha trabajado desde principios de año en el MEC como director de Gestión de Proyectos, esta designación es tanto un honor como una gran responsabilidad.
Conversando con la 970 AM, en la mañana del miércoles recordó que la ANEAES, creada en 2003 por la Ley 2072, es la primera entidad paraguaya destinada a asegurar la calidad en la educación superior. Su misión principal es la certificación de programas de estudio y carreras, especialmente en áreas de impacto social y sanitario, alineándose con estándares nacionales e internacionales.
Siguiendo el modelo de la CONEAU argentina, la ANEAES trabaja para garantizar la calidad educativa en el Mercosur y aboga por un sistema de evaluación que asegure estándares mínimos en las universidades paraguayas, tanto públicas como privadas.
La educación superior en Paraguay experimentó una rápida expansión desde la década de 1990, con la creación de nuevas universidades y filiales en el sector público y privado. Duarte subrayó que esta expansión generó desafíos significativos para la ANEAES en términos de garantizar la calidad y relevancia de los programas educativos ofrecidos.
Yuxtaposición de funciones, según José Duarte
En este sentido, explicó que la función de la ANEAES se ha visto en ocasiones confusa debido a la yuxtaposición de funciones con el Consejo Nacional de Educación Superior (CONES), que se encarga de la habilitación y el registro de carreras, así como de la intervención y clausura de instituciones educativas en casos necesarios.
Durante su intervención, Duarte reconoció que existe una preocupación particular sobre el valor y reconocimiento de los títulos universitarios paraguayos, especialmente en el área de medicina.
Señaló que algunos egresados paraguayos, al intentar ejercer en países vecinos como Brasil, enfrentan dificultades para validar sus títulos, lo que ha motivado reflexiones en torno a la calidad formativa en Paraguay. Este fenómeno plantea interrogantes sobre la pertinencia y eficacia de los mecanismos actuales de certificación de calidad en el país, generando la necesidad de un mayor alineamiento entre los programas de educación superior y las competencias requeridas tanto por el mercado laboral como por los objetivos de desarrollo nacionales.
Duarte concluyó destacando la importancia de un proceso de acreditación más efectivo y propuso que el país explore la implementación de micro-acreditaciones. Estas acreditaciones, que permitirían certificar competencias específicas a través de formaciones cortas, podrían representar una respuesta flexible y moderna a las necesidades del mercado laboral, promoviendo así una educación superior más inclusiva y alineada con las demandas sociales y económicas del Paraguay actual.
