La zarigüeya, o conocida como mykure en Paraguay, es un pequeño marsupial que cada vez reporta más apariciones en el área urbana de nuestro país. Estos animales viven aproximadamente entre dos y tres años, la veterinaria Loiken Knöpfelmacher conocida también en nuestro medio como Doctora Mykure, menciono que estos animales son aliados en el control de plagas, por lo que es muy complicado ahuyentarlos pues su aparición siempre tiene que ver con la presencia de comida en la zona.
Por ello, es recomendable ignorar a estos animales, evitar acercarse y, sobre todo, evitar alimentarlos, puesto que ellos tienen naturalmente su comida en la zona donde aparecen.
La zarigüeya o mykure es de suma importancia para nuestro ecosistema, ya que su alimentación se basa en consumir alacranes, cucarachas, escarabajos, garrapatas, arañas y termitas, además de realizar el trabajo de dispersión de semillas y reforestación. Por lo tanto, es importante conservarlos y evitar maltratar a estos animales.
¿Qué hacer en caso de encontrarse con alguno de estos animales?
En el caso de encontrarse con alguno de estos animales, es importante saber que son animales silvestres y llevan una dieta completamente diferente de las mascotas o los animales de compañía, por lo que es preferible no alimentarlos. En cambio, si su vida corre peligro y se trata de crías de zarigüeya, podemos seguir algunas recomendaciones de la doctora: “Muchas veces tenemos buenas intenciones y les damos mucha fruta, lo que les genera una enfermedad metabólica, que generalmente termina en la muerte”.
Por lo general, la zarigüeya tiene una dieta basada en insectos, semillas y frutas. Solo el 10% de estos animales consume aves, por lo que es poco probable que coman gallinas.
Con respecto a las crías o bebés, es importante, y si está en nuestras capacidades, alimentarlos con leche de fórmula para gatos. Otra opción menos costosa, pero apta para estos animales, sería la leche de cabra o la leche sin lactosa, suministrada a través de jeringas y no con biberones, pues estos animales no tienen la capacidad de succionar.
La zarigüeya, como todos los animales silvestres, no es violenta; al contrario, busca huir del conflicto. Por lo tanto, nosotros, como humanos, debemos mantener nuestra distancia y evitar maltratarlos.
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