Salto del Guairá sigue sumergida en una crisis política, mientras los concejales opositores piden la intervención de la administración municipal. El intendente, Héctor Morán, enfrenta fuertes acusaciones y en dos ocasiones, no lograron los votos necesarios. Esta situación genera tensiones y confusión en la ciudadanía.
Recientemente, los concejales llevaron el tema al Ministerio del Interior. Sostienen que hay denuncias de corrupción y una gestión deficiente.
Intendente agudiza la crisis política en Salto del Guairá
Ante las ausencias consecutivas del intendente, este alegó problemas de salud, motivo que lo ha mantenido alejado de sus funciones. Esto ha creado un vacío de liderazgo en el municipio y una llamativa acefalía debido a la ausencia en sus funciones por mucho tiempo.
Ahora, la falta de comunicación y transparencia se ha intensificado. Los concejales debaten acaloradamente en cada sesión y en una de ellas, se vivieron momentos tensos. Los choques entre los concejales se tornaron personales, evidenciando la división política. Una movilización ciudadana exigió la dimisión del intendente Morán, reflejando el descontento general.
Los problemas económicos surgen como una preocupación. Varias empresas que habían firmado convenios ahora evalúan retirarse. Estas inversiones son cruciales para el desarrollo local. Un proyecto de 40 millones de dólares está en riesgo. Los inversores citan la falta de seguridad política como un factor determinante.
La votación para la intervención pasó con un resultado de 5 a 6, aunque un concejal no asistió. Esto se interpreta como un indicio de que la situación es más compleja de lo que parece. Morán, por su parte, defiende su administración. Asegura tener la documentación necesaria para respaldar su gestión.
Percepción de Persecución
La percepción de persecución política se hace evidente. Los concejales que apoyan la intervención son criticados por el intendente. La situación en Salto del Guairá sigue evolucionando, mientras la presión sobre el intendente y los concejales aumenta. Los reclamos ciudadanos son cada vez más fuertes.
La administración de Morán se enfrenta a un desafío crucial. La falta de acciones concretas podría empeorar la crisis. La comunidad se siente dividida, algunos apoyan la intervención, mientras otros defienden al intendente. La política local está marcada por la desconfianza.
El desarrollo económico también depende de la estabilidad política. Los proyectos que antes parecían prometedores son ahora un signo de alerta. La intervención podría ser la solución, pero el camino es incierto según opina un sector de la ciudadanía.
Desde que las actuales autoridades demostraron desinterés a inversiones millonarias, los comerciantes de la capital de Canindeyú se sienten desesperados y mientras tanto, la crisis política en Salto del Guairá se va agravando.
No obstante, la situación requiere diálogo y responsabilidad para avanzar hacia un camino de estabilidad y progreso.
