Hoy, a las 6 de la mañana, la oscuridad volvió a envolver a Paraguay, un fenómeno que muchos no notaron por ser domingo. Sin embargo, mañana, lunes, la situación cambiará. Miles de paraguayos se enfrentarán a la oscuridad al iniciar sus jornadas, reajustando sus costumbres como si regresaran de un país con un huso horario diferente. Algunos se adaptarán con facilidad, mientras que otros necesitarán más tiempo, como ha sucedido durante los últimos 52 años con el ya acostumbrado cambio de horario.
Desde 1972, los paraguayos tomamos la costumbre iniciada en tiempos de Stroessner, de cambiar la hora en primavera, para usar en verano y en otoño, para usarla en invierno. Según las explicaciones de la época, era para un mejor aprovechamiento solar y un uso racional de la electricidad que, en aquel entonces comenzaría su uso masivo en nuestro país.
Peña adelantó que el horario oficial quedará
Pero esta vez, será diferente. Hoy es la última vez que se cambiarán manualmente las manecillas del reloj. A partir de ahora, se adelantará una hora de manera definitiva, como lo anunció el presidente de la República, Santiago Peña. Esta decisión se enmarca en una nueva Ley que reemplazará al decreto 1264, vigente desde 2014, y que establecía el cambio de horario de verano cada año. Peña adelantó que en los próximos días se promulgará esta nueva ley, lo que permitirá mantener un único horario a lo largo de todo el año.
“El domingo ustedes saben que se hace el cambio hacia el horario de verano. Es una ley que ha sido ampliamente debatida, con voces a favor y en contra”, dijo el presidente. Su visión es que un horario uniforme durante todo el año, facilitará la vida diaria, simplificando muchas actividades y permitiendo un mejor aprovechamiento de la luz solar. Con este cambio, los días de verano seguirán teniendo atardeceres cercanos a las 20:00 y amaneceres a las 05:30. Sin embargo, en invierno, el amanecer será más tardío, lo que impactará especialmente en la rutina de los estudiantes y personas de campo.
Los alumnos matutinos deberán iniciar las clases en horas oscuras del alba, lo que podría resultar complicado en invierno, cuando las primeras luces del día, aún no iluminen por completo. Por ejemplo, si las clases comienzan a las 07:00, los estudiantes se encontrarán con la oscuridad en esos momentos y en invierno muchos caminarán hasta descalzos sobre escarchas.
Experiencias en la frontera
Este cambio también tiene en cuenta las particularidades de las zonas fronterizas. En Clorinda, Argentina, una ciudad comercial a solo 30 kilómetros de Asunción, los paraguayos han lidiado con la confusión del horario de verano durante años. Esta disparidad ha generado malentendidos en el comercio, ya que las horas de actividad en ambos lados de la frontera no coinciden, lo que puede dar la impresión de que el movimiento comercial termina más temprano.
La situación es similar en la frontera con Brasil, especialmente en Ciudad del Este, Alto Paraná. Allí, el horario pico de ingreso al trabajo suele comenzar alrededor de las 5 de la mañana en invierno, un momento en que en Asunción muchos aún están despertando. Esta disparidad horaria complica las actividades comerciales y la vida diaria de quienes cruzan la frontera.
Otros puntos como Encarnación Itapúa, Saltos del Guairá Canindeyú y Pedro Juan Caballero Amambay, también sentían estos efectos, ya que el comercio internacional influye significativamente en sus economías locales. La nueva Ley, busca no solo simplificar el uso del horario, sino también brindar claridad en las interacciones comerciales a lo largo de la frontera.
Con esto también, se esperan que el nuevo horario uniforme facilite la vida de los paraguayos, hecho que también trae consigo desafíos en la adaptación, especialmente en las fronteras, donde las diferencias horarias han sido una constante fuente de confusión o más adelante cuando nos toque pasar de largo al horario de invierno que desde hoy, será historia.
