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viernes, 22 de noviembre de 2024
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¿Qué pasa con el precio de la carne?

El precio de la carne está generando el descontento tanto de los consumidores como los productores ganaderos. Mientras que los precios de los cortes en los supermercados han alcanzado niveles alarmantes, los ganaderos reportan una caída significativa en la cotización del ganado vacuno, creando una desconcertante disparidad entre los eslabones de la cadena cárnica. Esta situación genera malestar en ambos lados de la ecuación y despierta las sospechas sobre prácticas comerciales que estarían contribuyendo a este desajuste.

Según el presidente de la Comisión Nacional de la Competencia (Conacom), Eduardo González, el organismo recibió múltiples quejas sobre el alza en los precios de la carne en los puntos de venta, mientras que los productores se enfrentan a precios de venta muy por debajo de lo esperado. Se sabe que estamos en un libre mercado y que la Conacom no regula precios, pero su rol es investigar posibles comportamientos anticompetitivos, especialmente en sectores donde unos pocos actores dominan el mercado, como en la industria frigorífica.

La brecha entre lo que recibe el productor y lo que paga el consumidor final es preocupante. De acuerdo con Jorge Dos Santos, directivo de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), mientras que los ganaderos han visto caer los precios del ganado en hasta un 15%, el costo de los cortes de carne en góndola sigue aumentando, afectando duramente al consumidor.

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La Conacom inició una investigación preliminar sobre el mercado cárnico, y aunque el estudio aún no ha concluido, se sospecha una posible colusión para fijar precios de manera artificial. Esta práctica, de confirmarse, violaría las leyes de competencia y sería un golpe directo tanto para los productores como para los consumidores, afectando la transparencia del mercado y generando distorsiones que podrían tener graves consecuencias económicas y sociales.

Lo que queda claro es que algo no está funcionando como debería. Los ganaderos, quienes invierten esfuerzo y recursos en la producción, no están siendo adecuadamente compensados, mientras que los consumidores enfrentan precios excesivos. Algo está fallando, y es urgente que las instituciones actúen con la debida transparencia en defensa de los intereses de la mayoría, afectada por esta situación.