Escribe: ANDRES RIQUELME
Zenón Franco Ocampos pasó hoy de ser una figura preponderante del ajedrez, a leyenda.
Su fallecimiento en Pontevedra, España, país en el que residía hace más de tres décadas sorprendió a muchos y no tanto a otros, que estaban al tanto de lo delicada de su salud luego de un episodio cardiorrespiratorio que hace 12 días exactamente, le obligó a ingresar al hospital e inmediatamente a UTI, donde permaneció hasta el desenlace fatal.
En sus prolíficos 68 años de vida, el primer GM de la historia del ajedrez paraguayo abrazó el deporte de los trebejos desde todas las aristas abarcables: Fue el primer Maestro Internacional paraguayo en 1982, fue el primer Gran Maestro guaraní en 1990, fue el único ser humano nacido en estas tierras capaz de colgarse una medalla olímpica, y no una sola, sino dos, en Lucerna, Suiza, durante la Olimpiada de 1982 la primera y en Novi Sad, Yugoslavia, durante la Olimpiada de 1990, dejando en segundo lugar al mismo Garry Kasparov.
Zenón fue además de un eximio jugador, un docente que forjó en su escuela a centenares de ajedrecistas, entre ellos un campeón del mundo juvenil, el GM Paco Vallejo, lo que le valió para obtener el título de FIDE TRAINER, un reconocimiento que la FIDE otorga sólo a aquellos que tuvieron entre sus alumnos a uno que se haya consagrado campeón del mundo.
El Maestro Franco Ocampos también vivió la arista de la comunicación con reconocimiento a nivel mundial. Escribió para los diarios más prestigiosos de América y Europa. Fue jefe de comunicación y prensa de numerosísimos torneos de élite y un comunicador nato, de una pluma tan excelsa que el disfrute de la lectura de sus artículos se reconoce mundialmente.
Y de ahí a ser un gran cultor de la literatura ajedrecística había un solo paso. Por eso Zenón se dedicó últimamente a la escritura de textos ajedrecísticos. Probablemente haya sido el ajedrecista de élite con más títulos publicados, alrededor de 40, traducidos a varios idiomas. Esta era la faceta en la que se encontraba el querido maestro paraguayo cuando se nos adelantó en el final común.
Pero si resaltamos sus facetas de jugador de élite, de comunicador, de docente y de escritor, no fue menos importante su labor social. En innumerables ocasiones estuvo dando simultáneas y jugando con los internos de los penales en Paraguay. Una actividad que le era muy placentera porque lo hacía como homenaje a su padre. “Mi papá fue el campeón de ajedrez de la cárcel” repetía el bueno de Zenón con una gran sonrisa cuando recordaba las visitas a su padre, quien por cuestiones políticas contrarias al régimen stronista fue a dar en varias oportunidades con su humanidad tras las rejas, hasta que, como miles de paraguayos en su momento, eligió el exilio y escogió la Argentina, donde Zenón perfeccionó su técnica ajedrecista y encontró el ambiente propicio para desarrollar su gran talento.
Aún residiendo en Argentina, Franco venía a Paraguay constantemente, nunca abandonó su interés por el ajedrez paraguayo y por abonar el ambiente de los trebejos en nuestro suelo. Representó a Paraguay en siete Olimpiadas, la primera en Haifa, Israel en 1976. “Quiero participar de la Olimpiada del 2026 porque se cumplirán 50 años de mi primera Olimpiada”, manifestó hace unos años. Jugó cientos de torneos en nuestro país a modo de motivación para los que venían detrás.
España lo acogió en la segunda mitad de la década de los años 80’. Sus primeros años allí fueron harto difíciles debido a que se las arreglaba solo, a diferencia de otros jugadores sudamericanos que tenían asistencia del gobierno. Aún así, se abrió paso, se forjó un nombre, un prestigio y hasta encontró al amor de su vida, Yudania, maestra de ajedrez cubana, quien fue, desde hace décadas, su compañera de ruta. Como anécdota, cuando la FEPARAJ realizó en marzo del año pasado el Zonal 2.5, lo contrató a Zenón como Jefe de Prensa y le regaló la posibilidad que Yudania venga con él, para conocer Paraguay, ya que en 30 años de relación nunca había venido a la tierra que lo vio nacer a su pareja.
La Federación Paraguaya de Ajedrez le rinde un sentido homenaje al GM Zenón Franco Ocampos, lo reconoce como una de las personas que más contribuyó a la difusión del ajedrez en toda la historia de este deporte en el país y sin lugar a dudas, como el hombre cuyas enseñanzas perdurarán para siempre.
Se va el hombre, nace la leyenda,
Réquiem para un grande.