Temen el ingreso de las llamas desde Bolivia pese a extinción del incendio

Eduardo Gómez, coordinador del operativo de extinción del incendio en el Chaco, celebró la culminación de 21 días intensos de trabajo con el fin de apagar los focos activos en la zona de Chovoreca, frontera con Bolivia. «Hemos logrado controlar el 100% de los incendios en la zona», afirma con satisfacción. La colaboración de diversas instituciones y la solidaridad de muchas personas anónimas jugaron un papel crucial en este esfuerzo colectivo, destacó.

A pesar de la victoria sobre las llamas, Gómez compartió su preocupación a la 970 AM este lunes. “El temor persiste. Existe el riesgo de que el fuego ingrese desde Bolivia, donde los incendios aún no están controlados”, explica. Este aviso resuena con fuerza, ya que el ecosistema local aún respira las secuelas de la devastación. Más de 190,000 hectáreas se consumieron debido a una quema provocada por un extranjero que perdió el control de la situación.

Las áreas afectadas incluyen la varias estancias y reservas de la zona de Chovoreca. El coordinador menciona la pérdida trágica de muchos animales y pese a la extinción del incendio, destaca que la regeneración del ecosistema será largo y tomará al menos 40 años, según los expertos. “Es algo muy tremendo lo que pasó”, añade, reconociendo el impacto duradero en la biodiversidad local.

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El equipo se mantuvo alerta durante el operativo hasta la dominación y posterior extinción del incendio. Gómez recuerda momentos de incertidumbre, especialmente cuando una lluvia ligera de 12 milímetros ofreció un respiro temporal. Sin embargo, la amenaza continuó: “El lunes volvió a aparecer un foco a 50 kilómetros hacia el norte, cerca de la frontera con Bolivia”, explica. Ante esta nueva amenaza, el equipo volvió a solicitar apoyo.

Más de 300 personas se unieron al esfuerzo, operando en condiciones difíciles. Eduardo destaca la profesionalidad y dedicación de todos los involucrados. “En la primera ronda de trabajo, contabilizamos 168 horas, y en la segunda, 141. Cada uno de nosotros tenía un solo objetivo: extinguir el fuego”, señala con orgullo.

Aunque el fuego se ha controlado en el Chaco, la incertidumbre persiste en el aire. Las altas temperaturas podrían reavivar las llamas, y la vigilancia continúa. Eduardo asegura que están en contacto constante con instituciones dedicadas al monitoreo de la situación. “Hacemos seguimiento todos los días para evaluar cualquier punto caliente”, dice, listo para responder ante cualquier eventualidad.

Finalmente dio un profundo agradecimiento a todos los que contribuyeron al operativo, El mismo reflexiona sobre la fortaleza de la comunidad y su determinación frente a la adversidad. La lucha contra el fuego no ha terminado, pero su control es un hito significativo en la protección del Chaco.