El médico forense, Gustavo Zaracho, confirmó que la autopsia realizada al adolescente fallecido durante un partido de fútbol reveló un hematoma importante en la base del cuello y base del cráneo a nivel muscular, lo que ocasionó una hemorragia interna, consecuencia del golpe final que derivó en la muerte.
Este fue el informe divulgado en la tarde de este lunes por la Fiscalía sobre el resultado de la autopsia practicada al cuerpo de un menor de 15 años, muerto en un partido de fútbol.
El doctor Zaracho destacó que el único hallazgo en el cuerpo del niño fue el hematoma interno, junto con dos pequeñas exfoliaciones en el rostro. Con respecto al antecedente clínico agregó que esperan recibir el informe sobre el historial clínico del adolescente para descartar cualquier implicancia, agrega el informe.
Por otra parte, la agente fiscal, Rosa Noguera, ordenó que el cuerpo se entregue a la familia y citó a declarar a ocho personas. «Veremos qué aportan más para llegar a la verdad de lo que pasó», expresó. El hecho ocurrió el domingo 15 de setiembre.
Sin embargo, entrada la noche de este lunes, la agente fiscal dijo que varios no se presentaron y, entonces, ordenó la detención de los mismos. La citación es una carga pública al ciudadano para presentarse a dar su testimonio, «guste o no», señaló.
Ismael Domínguez, de 15 años, era una joven promesa de las formativas del Club Nacional de San Bernardino que disputó un partido de fútbol contra el equipo de Boquerón del barrio San Pablo de Asunción. El partido se jugó en Asunción. Un golpe fatal habría provenido de un jugador del equipo Boquerón que le llevó a la muerte. El padre del menor exigió justicia.
Ismael fue a la cancha muy entusiasmado. Era su primer partido oficial. Salió con orgullo y nerviosismo, emocionado por entrar en acción. Pero lo que comenzó como una tarde deportiva llena de expectativas, se tornó en una pesadilla que nadie podía prever.
El partido avanzaba de manera intensa. Ambos equipos luchaban por imponerse en el marcador, pero la competitividad se fue transformando en tensión. En un momento del encuentro, tras una disputa por el balón, estalló una pelea entre varios jugadores. Lo que era una gresca menor pronto escaló en violencia. Empujones, insultos y golpes rompieron la atmósfera de juego limpio.
En medio del caos, Ismael recibió un golpe brutal en la cabeza que lo hizo caer al suelo. La conmoción se apoderó de los jugadores y del público. Mientras algunos trataban de calmar la situación, otros seguían discutiendo. El árbitro suspendió el partido, pero para Ismael, ya era demasiado tarde. Inconsciente en el césped, fue trasladado de urgencia al hospital San Pablo y de allí derivado al Hospital del Trauma.
