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sábado, 23 de noviembre de 2024
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Hugo Chapacú: una leyenda viviente del tenis paraguayo

Escribe: FEDERICO JAVIER SPERANZA TORRES

Hugo Chapacú una leyenda viviente del tenis paraguayo, cuya contribución en la épica victoria de copa Davis de 1987 contra Estados Unidos fue marcante (le ganó a Jimmy Arias empatando la serie y luego Victor Pecci cerró el match a favor contra Aaron Krickstein) está por Asunción, por compromisos de negocios personales.

Lejos hoy de las canchas de tenis, sin haber podido tener la continuidad como docente, está dedicado a otros menesteres. Pero encontrarlo compartiendo con amigos en el padel, no desaprovechamos la oportunidad para recordar la gesta de aquella noche inspirada del Yacht y Golf Club Paraguayo que la tiene vivida en la memoria y la revivió con lujo de detalles.

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Hugo insertó su figura como protagonista de la época dorada de nuestro equipo paraguayo en aquel avance a cuartos de final de la copa Davis de 1987, cuando logró remontar un 5-1 abajo ante Jimmy Arias. Fue la cuarta y ultima vez en que el team nacional se ubicó entre los ocho mejores, como antes lo habia alcanzado en 1983,k 1984 y 1985.

En esa década dorada de los 80, Hugo también compitió en los Juegos Olímpicos de Verano de 1988 en Seúl. Allí fue derrotado en la primera ronda por el ruso Andrei Cherkasov.

Antes de sumergirlo en el rico pasado que le tocó disfrutar, le preguntamos sobre su presente: “Estoy radicado actualmente en Posadas, Argentina, solo vine de visita – refiere – mi padre ya falleció y mi madre que tiene 86 años, requiere mi cuidado y yo vivo con ella. Soy el único hijo que tiene, entonces no puedo viajar lejos, se me complica, tuve contrato para ir a Miami y a Cancún, pero ahora ya no puedo. Me dedico, a los negocios, a lo empresarial. Estoy trabajando con la empresa más grande de Argentina, que es YPF, representola y traigo productos aquí”.

Sobre una de las cosas que más le gusta hacer nos comenta: “Lo único que me relaja hoy en día es jugar al padel como lo estoy haciendo ahora que vine acá, en un local de mi hijastro en el Seven Padel, ubicado en Fuerte Borbón casi Teniente Velázquez (detrás del Centro Paraguayo Japones). Vivo magníficos momentos jugando con gente importante, empresarios, abogados, amigos y la paso muy bien, son gente muy buena y se acuerdan mucho de mí, de los partidos ante Estados Unidos y hablamos de eso. Y bueno, son momentos que me relajan y aprovechó también para trabajar un poco”.

Vino a pedido de Pecci

Hugo comienza su relato confesando que ingresó al equipo a pedido de Victor Pecci: “A mí me trajo Víctor, porque necesitaba un jugador de tierra batida, así que como Francisco era más jugador de cancha dura, entonces me nacionalicé, era la época del General Stoessner, él me dió la bendición y jugué por Paraguay y la verdad que fue una hermosa experiencia. Anteriormente yo había jugado por la Argentina, en la Copa Galea, con tope hasta los 21 años, . Después ya me vine directamente acá a Asunción, y me fui a vivir ya a Europa.
La pase muy bien, la gente muy amable, yo estoy muy agradecido con la afición paraguaya, quizás con algunos directivos no compartí buenas cosas, pero nunca tuve problemas, lo mismo con los medios porque siempre dije que el periodismo es muy importante, y siempre los atendí a todos, porque sin el periodismo, la gente no se entera de nada”.

Hugo ya era muy conocido en el ambiente nacional tenistico por su paso exitoso en los recordados torneos de verano del Deportivo Sajonia, organizados por Carmelo Alvarez, el aubelo materno del hoy numero 1 nacional Dani Vallejo: “Yo vine al Club Deportivo Sajonia venía a jugar desde cuando tenía 10 años. Mi papá me traía a jugar en el torneo donde siempre nos recibia con afecto Carmelo Álvarez, de grata memoria y yo empecé a jugar ahí. Venía a jugar a Asunción, y me queda el recuerdo de los colectivos que tomábamos y pasé buenos momentos en Sajonia jugando torneos allá, cuando era chico, cuando era joven. También jugué en el Asunción Tenis Club. Mi papá me llevaba por toda la Argentina y veníamos acá, y Brasil también, en donde me invitaban. Ya con 15 años me fui a Buenos Aires, a la Catedral del tenis, que es el Buenos Aires Lawn Tennis, donde surgieron Vilas, Clerc, Dalla Fontana, todos los mejores jugadores. El propio presidente del club, el doctor Horacio Billoch Caride, me fue a buscar a Misiones para llevarme a jugar para el club, o sea que me fui a vivir a Buenos Aires. De ahí me fui a Estados Unidos, ya con 16 años, me fui seis meses a jugar circuito, después de ahí ya pasé a Europa, y bueno, así sucesivamente se fue dando, digamos, el proceso de mi vida en el tenis”.

El partido de su vida

La victoria ante Jimmy Arias fue la más importante de su carrera sin duda alguna: “Sí, fue muy importante, porque yo considero que di mucho al Paraguay, mi abuela es de Villarrica, tengo ancestros de Coronel Bogado, o sea que tambien por mis venas corre sangre paraguaya, y lo sentía en carne propia cuando jugaba la Copa Davis para Paraguay…. para mí no existía otro país más que Paraguay, y un país con 7, 8 millones de habitantes, que le gane y elimine a Estados Unidos, es una cosa de loco, o sea, increíble.

En verdad, el pais más laureado de la historia de la Davis, solo estuvo ausente en la élite en una temporada (1988 cuando fue al descenso por culpa de Paraguay primero y Australia despues). Para llegar a ese logro se contó un un grupo unido. «Victor, el capitán Alberto Gross Brown, excelente persona, Francisco igualmente totalmente integrado conformamos un grupo muy bueno, teníamos una buena relación, que nos ayudó mucho lo mismo que la preparación en Punta del Este, adonde fuimos a entrenar física y técnicamente durante un mes. Despues jugamos en Viña del Mar y ya nos concentramos quince dias en el Yacht y Golf Club Paraguayo. Estábamos muy bien preparados, realmente muy bien preparados, tuvimos una nutricionista, yo no tenía un gramo de grasa, era puro músculo….todos estábamos así. Llegaron los americanos muy confiados, por supuesto, venían con sus singlistas tops mundiales y su famoso doble Flash-Segusso entonces mejor doble del mundo. No entraba en su cabeza perder aquí».

Los partidos que jugó los recuerda con matemática precisión: «Yo perdí en el primer día con Aaron Krickstein, tras ir ganando 4-2 en el quinto set, cedí 6-4 en el quinto. Por cometer un error se me fue la cabeza y perdí, tenía que haber ganado. Víctor ganó, quedamos 1-1. El segundo dia perdimos en el doble y el domingo jugaba primer partido a las 5 de la tarde con Jimmy Arias, o sea, estaba todo en mis manos porque si perdía yo, se terminaba la Copa Davis por lo que jugaba bajo presión…. en esa instancia todo dependía de mí, si yo perdía, se terminaba, si ganaba quedamos 2-2 y ahí podía cerrar Víctor, como felizmente ocurrió. Y bueno, se fue dando el partido, gané los dos primeros sets. Ahi experimenté unos pequeños problemas físicos, perdí los otros dos sets, para hacerlo un poco rápido, y se me fue Jimmy Arias, se me fue 5-1 arriba, 40-15 al saque. Estaba liquidado el partido, que se estaba transmitiendo en todo Estados Unidos. La televisión cortó la transmisión y ya lo dieron por ganado, ya ganó Estados Unidos, ya no había vuelta atrás, y si, la verdad que si uno lo mira de afuera, la gente en la tribuna se iba, los paraguayos se iban, y ahí empecé la levantada. Me puse 40 iguales y levanté el match point. Y empecé a descontar, 5-2, 5-3, 5-4….»

«Iban escuchando por la radio y muchos volvieron y tambien cayó la hinchada de Olimpia, que llegó del Defensores y el aliento creció…., ahí me fui 5 iguales, 6-5, 6 iguales, 7-6, 7 iguales, 8-7, y cerré en el quinto, luego de más de cinco horas de partido. La gente invadió lel court, me llevaron en andas, era una locura, Pero estaba tan acalambrado y destruido que me llevaron al vestuario y me quedé tirado en una camilla con las luces apagadas, estaba al borde del desmayo”, concluye.

No pudo precisar cuanto tiempo estuvo así hasta que alguien golpeó con fuerza las puertas del vestuario, con insistencia. “El general quiere saludar a Hugo”, le dijo un militar, con cara de pocos amigos a mi coach quien quiso rechazarlos, pero no hubo caso. Me pusieron una remera y me colgaron de los hombros de dos soldados, y me llevaron ante Stroessner, al que se veía emocionado, y muy contento, me felicitó….. tengo la foto. Fue en su palco que le hicieron para él, del lado del rio… Ahi me abrazó, estaba contentísimo. Al día siguiente todos los diarios de aquél día reflejaron el delirio del público paraguayo».

El impacto del triunfo ante EEUU no solo se reflejó en la prensa del dia despues sino que sirvió de gran acicate para popularizar el tenis. «Todo el mundo lo jugaba, habia gente que me decía, mira, gracias a vos y a todo el equipo, hasta con una madera y una pelotita jugamos al tenis, todos empezamos a jugar al tenis, con cualquier cosa, y bueno, para mí claro que sí, sí, sín dudar, yo debo reconocer que fue la mejor victoria”

A partir de allí, el nombre de Hugo Chapacú trascendió todo el mundo: “De ahí ya fuimos invitados con Víctor a inaugurar clubes en España y a hacer exhibiciones en Sudáfrica, Johanesburgo, recorrimos muchos lugares de Europa que nos invitaban. Por ganar ese partido después vino el tema de los Juegos Olímpicos, y del cual, bueno, fui a participar, no estaba muy conforme porque no estaba Víctor, pero bueno participé, y lo hicimos en Seúl, en Corea (lo acompañó Victor Caballero aquella vez)”.

Su última vinculación con el tenis paraguayo fue en la época en que Víctor Pecci fue Ministro de Deportes, cuando trabajó un breve tiempo como docente: “Estuve en la Asociación Paraguaya de Tenis, con la escuela, en la cual me ocupé de los chicos que recién empezaban a jugar y era gratis, me gustó, también ayudar de esa manera, y después Víctor se fue y yo me fui también, ahí terminó, nadie me contrató más.