El Banco Central del Paraguay (BCP), ha dado a conocer las nuevas tasas de interés límite que regirán durante el mes de septiembre de 2024, marcando una ligera tendencia a la baja en los préstamos comerciales, tanto en guaraníes como en moneda extranjera. Esta medida, en sintonía con su política monetaria neutral, refleja un enfoque prudente por parte de la institución, que busca proteger a los consumidores sin generar grandes impactos en el sistema financiero.
Para los créditos en guaraníes, la tasa límite ha sido reducida de 29,11 % en agosto a 28,92 % para este mes. Aunque el ajuste es leve, marca una continuidad en la política de contención que viene aplicando el BCP.
En lo que respecta a los préstamos en moneda extranjera, el tope se fijó en 10,69 %, también por debajo del 10,71 % registrado el mes anterior. Estas reducciones van de la mano con la tasa de política monetaria del BCP, que desde hace seis meses permanece estable en un 6 %, considerado como neutral.
Tarjetas de crédito
Sin embargo, no todas las tasas siguieron esta tendencia descendente. Las operaciones con tarjetas de crédito experimentaron un leve incremento en sus límites. Para las transacciones en guaraníes, la tasa de interés máxima subió de 15,41 % en agosto a 15,97 % en septiembre.
En cuanto a las tarjetas en moneda extranjera, el tope pasó de 11,22 % a 11,27 %. Si bien el aumento es modesto, refleja la necesidad de ajustar algunos instrumentos financieros ante las dinámicas de consumo y financiamiento.
Estos movimientos en las tasas de interés no solo responden a la estabilidad de la política monetaria, sino también a la búsqueda de equilibrio entre la oferta de crédito y la protección al consumidor.
El BCP ha destacado la importancia de estos topes para garantizar que los usuarios no sean víctimas de abusos por parte de las entidades financieras. Ante cualquier irregularidad, los afectados pueden recurrir a las instancias legales correspondientes.
Con estas medidas, el BCP reafirma su compromiso con la estabilidad del sistema financiero y el bienestar de los consumidores.
Mientras las tasas de interés para los créditos tienden a ajustarse a la baja, la banca matriz mantiene una postura cauta, permitiendo que el crédito continúe fluyendo sin generar riesgos inflacionarios ni desbalances en el mercado local.