El jueves 19 de septiembre está marcado como el día en que Una sola primavera verá la luz en los cines de Paraguay. Esta película, que sitúa su trama en medio de la revolución paraguaya de 1947, es una coproducción entre Paraguay, Argentina y Chile. Dirigida por el cineasta argentino Joaquín Pedretti, el film cuenta con un elenco liderado por Majo Cabrera, quien recientemente se destacó en la serie Nada, junto a Éver Enciso y Miguel Ángel «Paletita» Romero. El guion fue coescrito con la colaboración de la escritora paraguaya Liz Haedo y Milda Rivarola y producido por Sabaté Films, reconocida por su trabajo en la aclamada Hamaca paraguaya.
La película sigue la historia de Nina, interpretada por Majo Cabrera, una joven de 20 años que vive en una Asunción devastada por la guerra civil. Nina sueña con ser cantante, pero tras la huida de su familia, se ve forzada a trabajar como criada en la casa de sus parientes conservadores. A pesar de las circunstancias, Nina se pone al servicio de la revolución y libera a Raúl, un preso político, con quien inicia un romance oculto. Su historia da un giro dramático cuando queda embarazada y es abandonada por su pareja, lo que la lleva a huir del país junto a su hermana Chichí, interpretada por Salma Vera.
«A través de la historia de Nina, se refleja la historia de miles de emigrantes que, al día de hoy, deciden cruzar fronteras con la ilusión de una vida mejor. Es la historia de una mujer en busca de su emancipación», reza la sinopsis de la película.
La experiencia en producciones internacionales y el impacto en la carrera de Majo
Majo Cabrera, quien ha ganado reconocimiento internacional por su trabajo en Nada, reflexiona sobre lo que esta experiencia le ha aportado a su carrera. «Nada aportó a mi carrera en un montón de aspectos. Para empezar, la experiencia de poder trabajar tan de cerca y aprender de primera mano de grandes íconos de la actuación como lo son Luis Brandoni y Robert de Niro fue como estar en una clase magistral soñada. Además, estar bajo la dirección de la magnífica dupla de directores Cohn-Duprat, que son un sello y referentes de la industria, me dio la confianza y la libertad para componer al personaje dentro de las indicaciones. Manejar esa dinámica de trabajo facilitó que esa pulida final del personaje fuera más fácil y se diera de manera natural», señala Cabrera con admiración por la oportunidad.
«Sin duda, también me sumó al ejercicio del oficio, porque ejercer el oficio es un aprendizaje per se. El trabajo en el set te hace comprender mucho más el audiovisual, te ayuda a entender mejor cómo es tu escenario. Para mí es una gran herramienta de aprendizaje actoral saber cómo funcionan todos los elementos: cómo me ve la cámara, cómo me escuchan los micrófonos, cómo me ilumina la luz. La complicidad laboral con el equipo técnico es fundamental, y en el set de Nada había un gran equipo humano detrás de cámaras, grandes profesionales en quienes encontré esa camaradería», expresa con gratitud.
Las expectativas en torno al estreno de «Una sola primavera»
Sobre el inminente estreno de Una sola primavera, Cabrera revela sus expectativas. «Es una coproducción entre Paraguay, Argentina y Chile. Con este proyecto tuvimos el hermoso desafío, junto con Salma Vera, de protagonizar el film. Está basada o inspirada en la historia de la abuela y de la tía abuela del director Joaquín Pedretti, pero a la vez es la historia de un montón de compatriotas que se vieron forzados a migrar hacia los pueblos fronterizos del norte argentino, escapando de la guerra civil del ’47. En este contexto, se desarrolla el camino de las hermanas Nina y Chichí, a quienes acompañamos en su lucha por la libertad», explica Cabrera.
Con entusiasmo, la actriz también comparte sus expectativas sobre el recibimiento del público. «Tenemos buenas expectativas sobre la película. Desde el lanzamiento del tráiler, recibimos reacciones muy positivas. Creo que hay una necesidad de hablar de nuestra historia, una necesidad de profundizar más en nuestras raíces y hacer el ejercicio de la memoria, pero también de hablar de la historia que compartimos con Argentina. Son historias que nos acercan y nos hermanan», comenta Cabrera con esperanza.
La profunda preparación para el papel de Nina
El rol de Nina en Una sola primavera implicó una preparación rigurosa y detallada, como explica Cabrera. «La preparación para el personaje de Nina implicó un intenso trabajo con mi compañera Salma Vera, quien interpreta a Chichí, la hermana menor de Nina, con nuestra coach actoral Sabrina Buss y con el director Joaquín Pedretti. Pasamos por muchos encuentros virtuales, ya que la pandemia nos obligaba a trabajar a distancia. Fueron incontables los mensajes de audio, las fotos sacadas del baúl, imágenes, videos, noticias de la época… Teníamos que poder retratar cómo eran la abuela y la tía abuela de Joaquín en esas épocas, y para eso necesitábamos escuchar y compartir relatos, vivencias y recuerdos», revela.
Uno de los aspectos más enriquecedores de la preparación fue el proceso de investigación y recolección de historias. «Incluso uno de los ejercicios fue preguntar a personas mayores sobre esas épocas, a los hijos de quienes vivieron la guerra civil. Algunos eran niños en ese entonces, y escuchar los relatos de las historias de sus padres nos ayudaba a dibujar mejor cuál era la atmósfera de ese tiempo. Fue un proceso de investigación que nos fue marcando el camino hacia los personajes», reflexiona Cabrera.
El desafiante rodaje en tiempos de pandemia
El rodaje de la película, que se llevó a cabo en setiembre de 2021, estuvo marcado por las dificultades impuestas por la pandemia. Cabrera lo recuerda con una mezcla de desafíos y gratitud. «Rodar en medio de la pandemia fue, por supuesto, muy especial, considerando todas las restricciones que estaban impuestas en ese momento, lo que nos limitaba mucho. Además, tuvimos un largo periodo de postproducción. Pero a la vez, la pandemia fue un condimento, porque justamente nos situó en un contexto de restricciones y estábamos envueltos en una atmósfera casi de persecución, así que, de alguna manera, también sumó a nuestros personajes», comenta entre risas.
El panorama del Cine Paraguayo y los próximos proyectos
Al reflexionar sobre el panorama del cine en Paraguay, Cabrera se muestra optimista y destaca el crecimiento en cantidad y calidad de las producciones locales. «Veo con mucho optimismo la producción nacional. Nos estamos encontrando con un montón de jóvenes que están logrando concretar sus proyectos tanto audiovisuales como teatrales, cada vez con mayor calidad, mejores propuestas, mayor promoción y mayor alcance. Esto es lo que se necesita para empezar a monetizar esta industria», asegura.
Para la actriz, uno de los puntos clave para que la industria crezca es el apoyo del Estado y del sector privado. «Es importante que el sector privado apueste a esta industria, todavía incipiente en nuestro país. También creo que las alianzas con países de la región nos impulsan. Una sola primavera es un claro ejemplo, como tantos otros proyectos que se lograron mediante coproducciones», señala.
Actualmente, Cabrera está involucrada en varios proyectos en desarrollo y espera concretarlos en el próximo año. «También tengo ganas de hacer teatro. Disfruto mucho del teatro, esa comunión entre artistas y público es única», confiesa.
En cuanto a sus desafíos profesionales, la actriz comenta: «Para mí, cada proyecto y cada personaje es un nuevo desafío. Espero que me sigan llamando para desafiarme. Me gustaría seguir sumando proyectos a mi carrera, tanto en Paraguay como en Argentina, y donde el deber llame», concluye con una sonrisa.
Una sola primavera promete no solo ser una película conmovedora sobre la guerra civil paraguaya, sino también una ventana hacia la memoria y la resiliencia de quienes cruzaron fronteras en busca de una vida mejor.