La secuela de la exitosa película “El ritual del libro rojo”, ahora bajo el título “El ritual del libro rojo 2: La puerta del infierno”, concluyó su rodaje en diversas locaciones de Asunción. Este proyecto es el inicio de una serie de colaboraciones estratégicas que buscan posicionar a Paraguay como un centro de producción de cine de terror, destacando el talento de cineastas locales que han estado desarrollando propuestas en los géneros de terror y thriller.
Rodada completamente en inglés y orientada al mercado internacional, la película cuenta con un elenco de talentos paraguayos, entre ellos Mario Martí, Lizzie Gómez, Tainá Lipinski, Matías Miranda, Lucía Báez y Bianca Vacchetta.
Detrás de este ambicioso proyecto se encuentran Black Mandala Films, responsable de la primera entrega y liderada por el productor neozelandés Michael Kraetzer y el director argentino Nicolás Onetti (conocido por “Los olvidados” y “Abrakadabra”), en colaboración con Urban Achievers S.A. de Paraguay, encabezada por René Ruiz Díaz.
El equipo de producción incluye nombres destacados como el director y guionista argentino Hernán Moyano (“Sudor Frío”, “Penumbra”, “Belisario, el pequeño gran héroe del cosmos”), el director Hugo Cardozo (“Morgue”, “No entres”), el director de fotografía Armando Aquino (“Leal 2”), y la reconocida productora Patricia Sánchez, entre otros talentos formados en el país.
“El ritual del libro rojo” logró una distribución internacional en más de 100 países y una presencia significativa en plataformas de streaming. La historia original sigue a un grupo de personas que se reúne en una imponente casona —escenario de una masacre en el pasado— para realizar el ritual del ‘Libro Rojo’.
El objetivo es conectar con sus seres queridos fallecidos, pero al abrir esta puerta hacia lo desconocido, podrían desencadenar consecuencias aterradoras, con los muertos volviendo a caminar entre los vivos. Para iniciar el ritual, se requiere un libro antiguo de tapa roja, sin ilustraciones en la portada, que actúa como un canalizador de espíritus. Todo el proceso debe realizarse en una habitación iluminada únicamente con velas rojas.
Nicolás Onetti, coproductor de la secuela, destacó: “Esta producción marca el comienzo de nuevas colaboraciones con productoras paraguayas. Nuestro objetivo es consolidar a Paraguay como un polo de producción de cine diferente, y el género de terror sigue siendo uno de los más rentables en taquilla, además de permitir la visibilidad del talento local en mercados internacionales donde otros géneros no llegan”.
Por su parte, René Ruiz Díaz, coproductor local, añadió: “Empezar a desarrollar proyectos en coproducción con otros países de la región amplía tanto nuestras oportunidades comerciales como artísticas. Paraguay se está estableciendo como un hub para el cine de terror, con estructuras de producción adaptadas a las posibilidades actuales de financiamiento. Esto fortalece a nuestros profesionales y nos permite seguir avanzando en la ficción, un ámbito de la producción que debemos potenciar”.
El rodaje se realizó en Itá Enramada, en una majestuosa casona junto al río, cerca del Cerro Lambaré.
La película, concebida para una amplia distribución global, espera estrenarse en la primera mitad de 2025 en festivales internacionales, para luego llegar a las salas de cine de todo el mundo.
Por: Hernán Moyano
