Por Ramon SAHMKOW.-
BRASILIA. (AFP) El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, viaja este jueves a Portugal y España, en su primera visita a Europa desde que asumió el poder en enero, al cierre de una semana de polémicas por sus declaraciones sobre la guerra en Ucrania.
El conflicto ucraniano será abordado en las conversaciones entre Lula y el primer ministro portugués, Antonio Costa, el sábado, informó la cancillería.
La visita a Portugal hasta el martes se enmarca en el «relanzamiento de relaciones de Brasil con Europa», dijo la embajadora Maria Luisa Escorel de Moraes, secretaria para el continente europeo de Itamaraty.
«Portugal sería la puerta de entrada de Brasil a la Unión Europea», añadió.
Lula provocó una polémica tras afirmar el sábado pasado desde Pekín que Estados Unidos debe dejar de «incentivar» la guerra en Ucrania, iniciada en febrero de 2022 con la invasión rusa, lo que suscitó duras críticas de Washington.
También reiteró que Kiev comparte con Moscú la responsabilidad en las agresiones y el lunes recibió en Brasilia al ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, quien «agradeció» los esfuerzos brasileños para poner fin al conflicto.
Al iniciar su mandato, el líder izquierdista había emprendido un ejercicio de equilibrio, al visitar en febrero al presidente Joe Biden en la Casa Blanca y reforzar a la vez los lazos con China, principal socio comercial de Brasil.
Ahora «la balanza está un poco desequilibrada», afirma a la AFP Pedro Brites, profesor de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Fundación Getulio Vargas.
La gira europea será una oportunidad de hacer un «reajuste» y «mostrar que cree en la visión democrática global que Europa defiende», añade.
Premio a Chico Buarque
En Portugal, Lula será recibido con honores el sábado por el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa.
Tras un almuerzo con el primer ministro, ambos líderes sostendrán una reunión de alto nivel y firmarán una decena de acuerdos de cooperación en temas espaciales, energía, ciencia, educación y turismo, entre otros.
El lunes inaugurarán en Oporto un foro empresarial con 150 representantes de ambos países. De vuelta en Lisboa, presidirán la entrega del Premio Camões, el mayor galardón de la literatura en lengua portuguesa, al compositor y cantante brasileño Chico Buarque.
El martes, el mismo día en que Portugal conmemora la Revolución de los Claveles, que acabó con la última dictadura del país en 1974, Lula pronunciará un discurso en una sesión especial ante el Parlamento. La extrema derecha portuguesa convocó manifestaciones.
En España, entre martes y miércoles, Lula participará en un foro empresarial, se reunirá con el jefe del gobierno, Pedro Sánchez, y asistirá a un ágape con el rey Felipe VI, informó la cancillería, sin más detalles.
Entender la neutralidad
Frente a la guerra en Ucrania, la posición de Brasil choca con la de Portugal y España, miembros de la OTAN. El país suramericano ha declinado imponer sanciones a Moscú y rechazado enviar municiones a Ucrania.
Lula propone una mediación internacional y presenta a Brasil como un intermediario neutral.
Pero tras sus acusaciones a Estados Unidos de seguir fomentando la guerra, Washington fustigó a Brasil por «repetir como un loro la propaganda rusa y china». Y el G7 advirtió de «severos costes» para quienes ayuden a Rusia en su guerra contra Ucrania.
De su lado, Ucrania invitó a Lula a visitar Kiev para «comprender» la realidad de la agresión de Moscú.
«Brasil ve la neutralidad desde una perspectiva de entender pragmáticamente el conflicto sin condenar a las partes», explica a la AFP Brites.
Lula, que ya gobernó Brasil de 2003 a 2010, prometió volver a colocar al gigante latinoamericano en el primer plano de la geopolítica mundial, luego del aislamiento de su predecesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Pero aunque la visita de Lula a Washington fue su segundo viaje internacional tras la toma de posesión el 1 de enero, su gobierno prioriza el llamado «sur global», según Brites. Y muchos de los países que lo integran, incluyendo India, no condenan a Rusia por la guerra, recuerda.
Pese a ello, Lula, quien la semana pasada fue incluido entre las 100 personas más influyentes de la revista Time, moderó el tono el martes y condenó la «violación de la integridad territorial de Ucrania».
Está «probando dónde puede pisar con más tranquilidad», señala el analista.
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