Desde La Tribuna esperamos que la nueva tarifa de energía de Itaipú, tan promocionada por un sector de la prensa, no sea un dulce de leche para que no cambie nada en la relación Brasil/Paraguay en vista a la Renegociación del Anexo C. A ese temor se suma que el ciudadano común no siente beneficio si no baja el precio de la energía que consume.
La generosidad del hermano país, casi siempre no es gratis. Por eso, hay que saber más sobre la nueva tarifa de energía de Itaipú en US$ 16,71 por kW/H que regirá este año. Sabiéndose cómo Brasil juega el partido internacional en el Mercosur, además de la poca consistencia del actual gobierno nacional, es sano saber más sí hay vínculo o no rumbo a la renegociación del Anexo C del Tratado de la binacional a realizarse en agosto próximo.
Lula ya hizo una maniobra similar cuando Lugo fue presidente. Alzó de 120 a 360 millones de dólares, una regalía que incluso fue presentada por ese gobierno de izquierda en Paraguay como parte de una enorme negociación. Asi mantuvo en silencio al Gobierno nacional sobre otros temas. En éste nuevo caso, hasta ya dicen con la nueva tarifa Brasil y Paraguay accederán a más de US$ 400 millones para implementar más obras o/y programas de responsabilidad socioambiental de alto impacto para la población.
Desde La Tribuna alzamos la voz para pedir mayor explicación para que luego no haya la desagradable sorpresa que la República vea que la nueva tarifa sea parte de la Renegociación del Anexo C o impida solicitar mayor compensación por la cesión de energía a Brasil.
Definitivamente, corresponde mayor información. Es sensato cuidar que luego Brasil no use su repentina generosidad para reducir el derecho nacional o para mantener sus privilegios usando la energía paraguaya para continuar el desarrollo solo de su industria.
