Con la fe puesta en la Albirroja, arranca la era Alfaro

Escribe: NORA CARRERAS

Con mucho optimismo, se dio la presentación oficial del nuevo cuerpo técnico de la Albirroja, este viernes 16 de agosto, poco después del mediodía, con la presencia del Presidente de la APF, Robert Harrison, así como de Justo Villar y del profesor Elvio Paolorosso. La nueva cara de la dirección técnica es el señor Gustavo Alfaro, quien en una conferencia que duró casi dos horas, destacó punto por punto tanto el sistema de trabajo a ser utilizado como todo lo relacionado a la parte técnica. Alfaro hizo hincapié en la necesidad de realizar un trabajo en conjunto, interdisciplinario, señalando claramente que la presencia del profesor Paolorosso se debía, precisamente, a que echaría mano de todos los recursos con los que pueda contar para lograr el objetivo final: que Paraguay llegue al mundial. La premura de tiempo se ciñe sobre este cuerpo técnico, pues en setiembre ya se viene el primer enfrentamiento ante la selección charrúa para hacerlo luego ante Brasil.

Mirando y escuchando atentamente todo lo expresado, se denota en la manera de expresarse de Alfaro, su gran labia, además de buenos conocimientos, de los que hizo gala en esta presentación, pues utilizó tanto frases optimistas como pensamientos de grandes filósofos y sabios, así como de números y estadísticas que fue citando a lo largo de la conferencia.

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En una presentación personal de más de 6 minutos, el DT que acaba de dejar a la selección de Costa Rica, para venir al Paraguay a tomar el timón de la Albirroja, destacó que “Paraguay tiene lo que siempre tuvo: ser la piedra en el zapato de otros equipos. Quiero que Paraguay vuelva a ser ese equipo molesto con el que nadie quiere jugar”. Además, refirió que el resultado llega como consecuencia de una búsqueda, y que es necesario encontrar en las individualidades, lo necesario para mantener una estructura ganadora.

En cuanto al tan mentado cambio generacional, ante la pregunta de cuáles serían los jugadores de los que echaría mano, hizo referencia a que utilizará a los juveniles, puestos a disposición por el profe Paolorroso. Particularmente se destacan cinco puntos a los que hizo referencia, y que podrían ser las piedras angulares sobre las que se sienten las bases para la tan anhelada clasificación: llegar a ser un jugador de la selección nacional “va a costar”, se cuenta con absoluta libertad para trabajar con los juveniles (citó específicamente a la sub17 y a la sub20, así como a la sub23), se trabajará de manera cercana con un psicólogo -el cual forma parte del plantel- , todos los jugadores que deseen integrar la selección deben estar en “estado de selección permanente” (refiriéndose a que serán constantemente monitoreados) y por último, la necesidad de la solidaridad en el campo de juego. Ante la pregunta por parte de la prensa de si con estos ejes se lograría la química que complemente al equipo, respondió: “esos cinco puntos citados son muy importantes porque son la base de cómo se manejará a la selección paraguaya”.

Finalmente, recalcó que ésta será una selección abierta, e incluso, mirando a Robert Harrison y a Justo Villar de frente, preguntó si “tiene el libro de pases abierto”, haciendo alusión a que es entera responsabilidad suya la convocatoria de los jugadores. Y que es imperioso lograr la amalgama entre experiencia y juventud (parafraseando a Ricardo Arjona), para obtener el crisol que significa una selección nacional.

Como frase final, remarcó que “la selección es una invitación, no una obligación. El que juega en ella lo hace porque realmente siente la pasión por su nación, no porque esté obligado a ello”.

Como muchos de los paraguayos, la esperanza y el optimismo están de ahora en más, firmemente puestos en la capacidad de Gustavo Alfaro.

FRENO AL DESCENSO

Ante versiones de un movimiento en procura de suprimir el descenso, se le consultó al titular de la APF al respecto. El licenciado Robert Harrison fue categórico en su afirmación: «No está reglamentado y no puedo aceptar algo que no corresponde restutariamente».