Este 15 de agosto, nuestra capital Asunción, cumple 487 años desde su fundación, una fecha que nos invita a reflexionar sobre su pasado y mirar con esperanza hacia su futuro. Fundada en 1537 por el capitán español Juan de Salazar y Espinoza, Asunción nació como un fuerte en las riberas del majestuoso río Paraguay. Sin embargo, a lo largo de los siglos, la ciudad creció de espaldas a su principal recurso natural, olvidando su íntima relación con el río que la vio nacer.
Hoy, casi cinco siglos después, Asunción se encuentra en una nueva etapa de recuperación, marcada por un renacimiento urbano que promete transformar su fisonomía y devolverle el esplendor que alguna vez tuvo. Las nuevas infraestructuras, como la construcción de las avenidas costaneras, han permitido que la ciudad recupere grandes extensiones de tierra, brindando a los asuncenos nuevas oportunidades para disfrutar de la belleza natural del río Paraguay, un acceso que estuvo vedado durante décadas.
Este proceso de renovación urbana no solo ha revitalizado la conexión de la ciudad con su río, sino que también ha potenciado el desarrollo inmobiliario. Hoy, Asunción se muestra como un polo atractivo para las inversiones, con nuevas edificaciones que ofrecen una cara moderna y vibrante. La capital está viviendo un boom inmobiliario, donde la construcción de modernos edificios y la mejora de las vías de acceso están dando lugar a un ambiente propicio para el crecimiento económico y social.
En este nuevo contexto, es más que nunca necesario que los habitantes de la ciudad se involucren activamente en la recuperación y conservación de los espacios públicos que han sido recuperados. La historia nos enseña que Asunción ha sido, desde sus inicios, un centro de expansión y desarrollo, una «Madre de Ciudades». Hoy, necesita de sus hijos para una nueva refundación, una que esté en manos de los asuncenos.
La participación ciudadana es fundamental para evitar que estos espacios sean aprovechados por inescrupulosos y para asegurar que la ciudad avance hacia un futuro sostenible. Asunción necesita que sus ciudadanos se apropien de estos nuevos espacios, que los cuiden y los valoren como parte fundamental de su identidad urbana. Solo así, la capital podrá continuar su camino hacia una verdadera transformación, donde el desarrollo urbano vaya de la mano con la preservación de su rica historia, patrimonio cultural y sus recursos naturales.
En este 487 aniversario, Asunción convoca a todos sus habitantes a ser parte de su renacimiento. La capital del Paraguay está renaciendo, y es tarea de todos asegurar que este resurgimiento esté marcado por el compromiso y el amor hacia nuestra ciudad capital. Solo así, podremos mirar con orgullo hacia el futuro y decir que hemos sido parte de la refundación de una Asunción renovada y próspera, que respeta su pasado y se proyecta hacia el futuro.