Uno de los temas recurrentes en la opinión pública paraguaya es, sin duda, la deficiencia del transporte público. Las quejas contra este servicio son cíclicas y diarias, exacerbadas cuando los empresarios del transporte toman represalias contra los usuarios, en un intento por obtener mayores beneficios. En esos momentos, el problema del transporte público ocupa grandes titulares. Sin embargo, una vez superado el escollo circunstancial, generalmente mediante algún acuerdo con las autoridades, todo vuelve a la misma insatisfactoria normalidad. Los usuarios, acostumbrados a la resignación, pierden diariamente horas de vida y calidad de vida soportando un pésimo servicio.
Desde hace algún tiempo, el gobierno viene trabajando en un plan de reforma integral del transporte público, un esfuerzo que no debería ser difícil de concretar dado que diversas ciudades y países del mundo han logrado mejoras significativas en sus sistemas de transporte. La administración de Santiago Peña tiene la oportunidad de hacer de esta reforma un estandarte de su gestión y un legado duradero. Esta iniciativa además de impactar positivamente para mejorar la vida de miles de paraguayos, también dejará en evidencia el fracaso y la complicidad de todas las administraciones anteriores que durante años sometieron a los compatriotas a la humillación y al maltrato mediante un servicio deficiente.
El proyecto de reforma, liderado por el Viceministerio de Transporte, incluye el pago de un solo pasaje para varios buses en la zona de la capital y área metropolitana. El viceministro, Emiliano R. Fernández, ha informado que el borrador está casi completo y será presentado en los próximos días a la ministra de Obras Públicas y Comunicaciones, Claudia Centurión, y al presidente, Santiago Peña. Este proyecto también contempla modificar los itinerarios de la mayoría de las líneas, buscando beneficiar al usuario que actualmente debe utilizar dos o tres líneas para llegar a su destino.
Estas innovaciones están recogidas en el borrador de proyecto de ley que el Viceministerio de Transporte prevé presentar al Poder Ejecutivo. La posibilidad de cambios en los itinerarios para contar con sistemas más eficientes y acorde a la demanda serán trascendentales tanto para la rentabilidad financiera de las empresas operadoras como para la calidad del servicio al ciudadano, según los promotores de la iniciativa.
Es de esperar que de una vez por todas se lleve a cabo esta reforma. El futuro del transporte público en Paraguay depende de la capacidad del gobierno de implementar cambios sustanciales que beneficien a todos los ciudadanos. La administración de Santiago Peña tiene en sus manos la oportunidad de transformar este servicio esencial y dejar un legado positivo para las generaciones futuras.