Un operativo internacional para el combate al crimen organizado se desarrolla en territorio paraguayo y en forma simultánea en los países de: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Bolivia, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay.
En Paraguay las operaciones se centran en Ciudad del Este, fronteriza con Foz de Yguazú, Brasil, con estrictos controles a las personas que cruzan el puente de la Amistad.
El operativo está bajo la coordinación de la Policía Internacional (Interpol) y se denomina Trigger IX y en la Triple Frontera se controla el tráfico de armas, drogas, entre otros delitos. Por nuestro país participan la Policía Nacional, la Armada, la Dirección de Material Bélico y la Aduana.
La operación se desarrollará durante aproximadamente 20 días, según se anunció y posteriormente se hará una evaluación de los resultados.
La delincuencia Organizada Transnacional (DOT) es un problema mundial que se ha incrementado en los países latinoamericanos y ha traído aparejado crecientes niveles de violencia que ponen a prueba la gobernabilidad política y la calidad de la democracia, según un informe del Real Instituto Elcano.
Los últimos acontecimientos registrados en nuestro país demuestran cómo ha avanzado la delincuencia organizada internacional y ha permeado inclusive varias instituciones. Es por ello que puede resultar sumamente plausible una cooperación entre los organismos de seguridad de los países latinoamericanos para el combate a este flagelo.
Sin embargo, no hay que desconocer que la realidad de Latinoamérica es la debilidad de sus instituciones y la galopante corrupción en todas las esferas, por lo que un operativo de control fronterizo, anunciado por los medios de prensa, solamente induce a pensar que dichas operaciones se reducen apenas a lo que denominados “show mediático”.
Resulta hasta pueril pensar que en estos 20 días, a las organizaciones criminales se les ocurra hacer un envío de cargamento por la Triple Frontera. Además es por todos conocidos que los organismos de seguridad, tanto de Paraguay como de Brasil están inficionados por elementos del crimen organizado. Las rutas del contrabando en territorio brasileño las conoce la Policía Federal, que permite el paso. De otra forma no se explica que productos ilegales comprados en Ciudad del Este lleguen tranquilamente, y en cantidades industriales, hasta San Pablo y Ceará, superando todos los puestos de controles.
Estos operativos en la frontera con gran despliegue de fuerzas, lo único que logrará, en estos días, es fastidiar a la gente común que transita diariamente por el puente de la Amistad.
Pueden resultar muy interesantes los operativos conjuntos de los organismos de seguridad, para el intercambio de informaciones y la cooperación en la lucha contra el crimen organizado internacional. Pero el combate efectivo se logra más bien con trabajos de inteligencia y por sobre todas las cosas eliminando los elementos corruptos dentro de las instituciones del Estado, que facilitan el accionar de los delincuentes.