La semana pasada, llamó la atención de los pobladores de las riveras del río Paraguay, sobre la cantidad de peces muertos de todo tipo. Para el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) es una situación particular y todo indica que sería por causas naturales y no de una contaminación.
En un informe preliminar del Mades, se habla de una posible falta de oxigeno disuelto en el agua a raíz de la subida de golpe en los niveles de nuestro principal caudal hídrico. No obstante ya realizaron los muestreos del agua que fueron colectados para descartar o afirmar que exista sustancias tóxicas en el agua.
En principio explicaron que a causa de la suba repentina de los niveles del rio Paraguay dejó sin el oxígeno necesario para la vida ictícola, haciendo que los peces mueran por no poder respirar. De a poco estos fallecen y quedan flotando en las aguas, llamando la atención y asustando por la cantidad de avistamientos.
Muerte natural
Para que se entienda mejor, la mortandad de peces se trata de un fenómeno natural relacionado con las inundaciones y el calor. Este hecho produce una gran concentración de materia orgánica (pasto y otras plantas de tierra) que se descomponen y derivan en la perdida de oxígeno por efecto del dióxido de carbono (CO2), lo que provoca una importante presencia de peces neutralizados, en estado inerte, muertos o con falta de oxígeno (los que se notan boqueando).
Lo que sí recomiendan los expertos es evitar consumir los peces que se encuentren agonizando, porque si bien aún estarían vivos, algunos órganos internos de los peces ya se encuentran comprometidos y con funciones que ya condenan a la muerte del animal. Consumir estos peces podría causar problemas de salud en los seres humanos si es que son consumidos por lo que no recomiendan aprovechar la vulnerabilidad de estos para pescarlos y consumirlos.
Lo que si recomiendan es limpiar los restos de las orillas con el fin de evitar que se descompongan y atraigan insectos que podrían generar malos olores.