Más famosos se suman para advertir sobre la peligrosidad de la inteligencia artificial (IA). Publicamos primero la opinión de Elon Musk, que había dicho que la AI podría representar una amenaza para las sociedades e inclusive que con la misma se podía desencadenar la tercera guerra mundial al ser incontrolable. Ahora, tres son las que hablan también de peligrosidad de la IA.
Ellos son: Noam Chomsky, filósofo; Ian Roberts, profesor de lingüística, y Jeffrey Watumull, experto en IA. Los tres advirtieron este miércoles sobre la peligrosidad de este avance tecnológico y su amoralidad en un artículo que publicaron en forma conjunta en el diario The New York Times.
Ellos dijeron que los nuevos programas ChatGPT (OpenAI), Bard (Google) y Bing (Microsoft) están bien por su capacidad para resolver problemas, pero afirmaron que estos se caracterizan por su «amoralidad, falsa ciencia e incompetencia lingüística».
«Tememos que la variedad más popular y más de moda de la inteligencia artificial -el aprendizaje de las máquinas- degrade nuestra ciencia y envilezca nuestra ética al incorporar a nuestra tecnología una concepción fundamentalmente errónea del lenguaje y del conocimiento», manifestaron.
Sostuvieron que esos programas siempre tendrán «limitaciones significativas» en comparación con el conocimiento humano, porque «están estancados en una fase prehumana o no humana de la evolución cognitiva».
Afirmaron sobre la IA: «Su defecto más profundo es la ausencia de la capacidad más crítica que posee cualquier inteligencia: decir no sólo lo que ocurre, lo que ocurrió y lo que ocurrirá -eso es describir y predecir-, sino también lo que no ocurre y lo que podría y no podría ocurrir»,
Otro defecto de la IA señalado por los tres mencionados: «Generan en exceso (produciendo tanto verdades como falsedades, respaldando decisiones éticas y no éticas por igual) o generan poco (exhibiendo falta de compromiso con cualquier decisión e indiferencia a las consecuencias)».
Algo que no pueden hacer las máquinas es que «el pensamiento de estilo humano se basa en posibles explicaciones y corrección de errores, un proceso que limita gradualmente qué posibilidades se pueden considerar racionalmente», afirmaron.
Entonces, resaltaron que la inteligencia verdadera es capaz de un pensamiento moral, mientras que los robots conversacionales han luchado y siguen luchando para conseguir el equilibrio entre crear contenido y alejarse de lo moralmente objetable.
Según Elon Musk, la IA ya debería preocuparnos. «Creo que es algo que debería preocuparnos. Deberíamos tener algún tipo de autoridad reguladora, o algo así, que supervise el desarrollo de la IA y asegure que se opere dentro del interés público”, opinó el actual propietario de Twitter.