En un mensaje difundido por las redes sociales, el intendente de Asunción, Oscar Rodríguez, se desgañita, intentando justificar que el nuevo préstamo al que accede la Municipalidad, vía emisión de bonos, no es un bicicleteo, sino “una restructuración” de las deudas anteriores.
En efecto, la semana pasada los concejales por amplia mayoría, aprobaron una emisión de bonos por valor de 195.000 millones de guaraníes, a un interés de nada menos que el 16,5%, para rescatar totalmente dos bonos emitidos bajo las administraciones de Arnaldo Samaniego (ANR) y Mario Ferreiro (Avanza País), y parcialmente otros dos, que ya datan de la administración de “Nenecho” Rodríguez (ANR).
En la misma sesión, en la que se trataba la aprobación de los bonos, la concejal Jazmín Galeano (PEN), sostuvo que para reducir el endeudamiento habría que empezar por despedir a los planilleros de la Junta y de la administración municipal.
En editoriales anteriores ya habíamos señalado esta situación. Tanto la Junta como la administración municipal están sobrepobladas de funcionarios y sindicatos, que se disputan espacio de poder, y volvieron absolutamente paquidérmica a la municipalidad.
Es irracional, por ejemplo, que la Junta Municipal tenga unos 50 empleados por cada uno de sus 24 integrantes.
En su sobreactuada exposición el intendente Rodríguez se jactó que la nueva emisión de bonos se hizo con la aprobación de la mayoría de los concejales.
Esto antes que brindar tranquilidad a la población debería ser un motivo de preocupación dado que el ejecutivo y legislativo municipal actúan en forma abroquelada, para llevar adelante proyectos que conspiran contra la buena administración de la ciudad.
En efecto, solamente hace un mes atrás, de esta nueva actuación en bloque de la intendencia y la junta, los mismos concejales, por absoluta mayoría, habían aprobado el estacionamiento tarifado, que luego debió suspenderse ante sospechas de irregularidades.
Vale la pena aclarar que hubo concejales que se opusieron a la emisión de bonos y son: Álvaro Grau, Jazmín Galeano, Rosana Rolón (ANR), Fiorella Forestieri (PLRA) y Paulina Serrano (PPQ). El edil Humberto Blasco (PLRA) en cambio se abstuvo de votar, lo cual le pone en la misma línea de quienes aprobaron pues, no puede ser que un representante ciudadano no sepa que un proyecto puede ser perjudicial (o beneficioso) para los contribuyentes.
Así con esta realidad, de una institución superpoblada de funcionarios y una ciudad abandonada, con innumerables problemas, donde la mayor parte de lo que se recauda se destina a salario, los asuncenos ven cómo paulatinamente, la “Madre de Ciudades” va camino al colapso. Para completar se tiene una intendencia y una Junta Municipal, que actúan en forma coordinada, para aumentar cada vez más la carga sobre las espaldas de los sufridos contribuyentes.