El Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (FONACIDE) fue creado por la Ley N.º 4758/2012. El objetivo de la creación de esta figura era destinar una parte de los recursos que obtiene el Paraguay por la cesión de la energía proveniente de Itaipú, al Brasil, al desarrollo, la educación y la salud.
En setiembre del 2012 se promulgó la Ley y en noviembre de ese mismo año, el primer municipio que recibió los fondos fue Ciudad del Este, administrada entonces por Sandra McLeod de Zacarías. El mismo Federico Franco (PLRA), entonces presidente de la República, viajó a la capital del Alto Paraná para realizar la entrega de G. 9.679 millones, a una administración que por entonces ya acumulaba una serie de denuncias de corrupción.
Los casi 10.000 millones de guaraníes fueron dilapidados. Se utilizó para pagar salarios a funcionarios, por más que la Ley prohíbe que se destinen los fondos a tal efecto y otra parte se utilizó para comprar obsequios para los funcionarios de la municipalidad.
Los políticos descubrieron así “una mina de oro” para llevarse a los bolsillos los recursos que debían ser destinados para la educación. Se crearon empresas para realizar construcciones y proveer la merienda escolar.
Hay una larga lista de municipalidades que nunca justificaron el destino que le dieron al dinero y otras que realizaron obras inservibles, que terminaron derrumbándose y un sinfín de vergonzosos manejos de un fondo que tenía los más nobles objetivos iniciales.
De los 360 millones de dólares que recibe el Paraguay por la cesión de energía, el 28% es destinado al Tesoro Nacional para los programas y proyectos de infraestructuras; 27% de los recursos son destinados a los gobiernos departamentales y municipales. Otro 10% va al Fondo Nacional para la Salud y el 7% restante a la capitalización de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD).
Este año se paga toda la deuda de Itaipú y debe renegociarse el Tratado. Las probabilidades son que Paraguay aproveche toda su energía o negociar un mejor precio, por la parte de energía que corresponde a nuestro país y que Brasil sigue utilizando para su desarrollo.
Eventualmente, si Paraguay decidiera utilizar todas su parte en Itaipú, o que Brasil ya no quiera comprar más la energía paraguaya, nuestro país dejará de recibir esos 360 millones de dólares. ¿Cuál es la alternativa que se maneja frente a esa posibilidad? De dónde saldrían los recursos para las obras de infraestructura en Educación y merienda escolar? El gobierno de Mario Abdo Benítez nunca plateó esta cuestión, ni mucho menos los candidatos que ahora están en campaña y aspiran llegar a la presidencia.
Actualmente el FONACIDE es el fondo más importante de Paraguay para infraestructura y alimentación escolar. Sin esos recursos nuestro país casi no tiene fondos para construir, reparar, refaccionar escuelas y proveer almuerzo escolar.
El lunes se inician las clases en las escuelas públicas del país. Según datos del Ministerio de Educación y Ciencias más de 1.500.000 niños retornarán a las aulas. Muchos de ellos se encontrarán en el primer día de clase con escuelas precarias, con paredes y techos destruidos.
Diez años después de la creación del Fonacide muy poco ha cambiado la realidad de la educación paraguaya. Todo por la voracidad y la corrupción de nuestros políticos.
