El campo el sector productivo golpeado desde 2021, especialmente en lo que hace al campo, donde la falta de lluvias y la sequía han afectado a los departamentos de Amambay, San Pedro, Concepción y Canindeyú, según reseñó el titular de la Unión de Gremios de la Producción. Este 2024 se presenta muy desafiante para los productores, teniendo en cuenta que la situación climática no ha variado.
Desde el punto de vista de la producción agrícola, el ingeniero Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), rememoró que durante la campaña 2021/2022 se tuvo una severa sequía que afectó a todo el país, pero en la siguiente se dieron mejores condiciones para gran parte de la Región Oriental. Sin embargo, la zona norte continuó teniendo un déficit de lluvias, lo que sin lugar a dudas impactó en sus rendimientos.
Este mismo escenario se repitió en la temporada de zafra 2023/2024, con pocas lluvias, especialmente en los departamentos de San Pedro, Concepción, Amambay y parte de Canindeyú, sufriendo enormes daños en sus producciones. Estos problemas, sumados a los tres años malos, llevaron a una disminución del área de siembra.
Respaldo del BCP y el MEF
Según los datos manejados por el gremio, solo en San Pedro se reportaron alrededor de 60,000 hectáreas menos debido a la reducción de capital del productor, principalmente de los pequeños productores. En ese sentido, el titular de la UGP reconoció que “también se da la particularidad de que, en 2022, se logró una buena producción de zafriña para amortiguar el daño. Pero este año no fue posible debido a la falta de lluvias”.
Cristaldo destacó el respaldo que tuvo el sector productivo por parte del Banco Central del Paraguay (BCP) y del Ministerio de Economía, facilitando la refinanciación de sus deudas. Además, continúan dialogando con otros grupos que también sufrieron los efectos del clima y están encontrando medidas para seguir trabajando.
Sobre la cuestión de la cotización, el presidente afirmó que se toma como referencia el precio de Chicago y, a partir de ahí, se establece un “premio” o descuento que recibe el productor. “Toda la logística del traslado de la chacra al silo, del silo al puerto, del puerto local al puerto de ultramar y destino se contemplan en este premio. Se cotiza entre los USD 30 – USD 45, pero este año superó los USD 100, después bajó a USD 70 – USD 80”, dijo.
Menor precio
Sobre una producción de 10 mil toneladas de soja, con la caída de los precios, son 150 millones de dólares que no entraron al país para dinamizar nuestra economía, situación que influye en la suba de la cotización del dólar. Además, el sector productivo no cerró ventas temprano, sino que esperó hasta marzo para colocar su producción, en la espera de mejores costos. La falta de lluvias continúa dificultando la navegabilidad, lo que genera un sobrecosto para los distintos actores y una pérdida de competitividad. “Todo esto nos presenta un año complicado”, indicó.
“Mercados hay muchos, hay demanda de los alimentos que produce Paraguay y se va a conseguir colocar en nuevos destinos a través de la gestión. Así como pasa con la carne, muchas veces no son mercados más importantes en volumen, pero sí pueden darte la certificación de calidad para golpear otras puertas”, señaló Cristaldo.
Respecto a la soja, Paraguay se beneficia con la demanda de Argentina, pero también se debe pensar en otros destinos para evitar una dependencia que, ante algún cambio en el país vecino, desequilibre la balanza.
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