A casi una semana de haber derribado un globo aerostático de procedencia China, sobre aguas territoriales del Atlántico estadounidense, el presidente de este país Joe Biden, ordenó interceptar y derribar otro objeto que sobrevolaba Alaska. El primer ministro canadiense Justin Trudeau anunció que su país tomó también cartas en el asunto sobre otro vuelo furtivo.
Luego de recibir una denuncia sobre un objeto que se encontraba por casi 24 horas sobrevolando Alaska, el Departamento de Defensa se puso a seguir al objeto considerado como invasor en los cielos de ese Estado. Esta misma dependencia hizo saber sobre ello al presidente Joe Biden, quien autorizó el derribo inmediato del aparato.
Volaba en ruta de aviones comerciales
La llamativa trayectoria que se observaba fue considerado hostil al estar sobrevolando suelo estadounidense. Se trataba de un un objeto que sobrevolaba los 40.000 pies de altura (12 kilómetros) y por encontrarse por debajo de los límites que tienen permitidos para el sobrevuelo de aeronaves civiles, rápidamente el presidente Biden ordenó el despliegue de cazas F-22 para lograr neutralizar la amenaza.
Por precaución y por recomendación del Pentágono, el presidente Biden ordenó a los militares que derribaran el objeto, y lo hicieron. Y vino dentro de nuestras aguas territoriales, y esas aguas en este momento están congeladas, pero dentro del espacio aéreo territorial y sobre aguas territoriales. Los aviones de combate asignados al Comando Norte de EE.UU. derribaron el objeto en la última hora, dijo John Kirby, coordinador de comunicaciones estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional.
En 24 horas, se realizaron dos acercamientos con aviones de combate, en ambas inspecciones se consiguieron información limitada sobre lo que venía realizando, por lo que aviones del Comando Norte, volvieron a salir de nuevo por tercera vez para derribar y devolver la seguridad de vuelo civil en la zona.
¿Qué era y de dónde venía?
Sobre el hermetismo que venían manejando sobre de que se trataba en principio esta amenaza, Kirby mencionó que desde un principio se lo trató de objeto y fue así porque esa es la mejor descripción que tenemos en este momento. No sabemos quién es el propietario, ya sea estatal, corporativo o privado, o alguna pista que nos lleve al origen, simplemente no lo sabemos, dijo el alto funcionario.
Comparativamente, mencionó que este objeto era más chico que el globo espía chino derribado la semana pasada sobre el Atlántico estadounidense. El globo que cayó el sábado pasado, era tan grande que lo dimensionaron como parecido a tres autobuses.
El dispositivo que fuera interceptado el fin de semana, más bien tenía la dimensión de un automóvil y no debería estar por tanto tiempo sobrevolando a esa altura puesto que ponía en riesgo a rutas de vuelo comercial que bien podrían haber tenido tráfico en ese momento. Sobre su posible origen, no se animaron a especular hasta poder capturar sus restos.
Ningún otro país de momento no asumió la responsabilidad por el objeto por lo que una minuciosa investigación podría llegar a esclarecer a quien pertenecía el hasta ahora misterioso aparato.
Operativo espía de China
Con los elementos rescatados desde el pasado fin de semana, se avanzan con las investigaciones para conocer la forma como operaba el globo chino que rápidamente cobró notoriedad en la población de Estados Unidos.
En conferencia de prensa, revelaron los primeros datos que suponen que el globo caído era nada más que uno de una red desplegada por el Ejercito Popular de China para tener una red de operaciones de vigilancia global. Estos mismos aparatos, venían sobrevolando 40 países de los cinco continentes.
China por su parte continúa negando que se trate de globos espía y se aferra a la excusa de tener intereses científicos y meteorológicos con los globos desplegados y que uno de ellos fuera abatido la semana pasada.
Canadá anunció otro derribo
Ayer sábado, Canadá anunciaba que encontró otro objeto desconocido en su espacio aéreo, la detección fue hecha por el Comando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD por sus siglas en inglés). Ante la amenaza de Seguridad Nacional, el primer ministro Justin Trudeau, ordenó la interceptar y derribar el objeto que sobrevolaba el territorio de Yucón, al noroeste de Canadá.
En las redes sociales, Trudeau confirmó que el operativo de seguimiento del artefacto participaron aviones de Estados Unidos y de Canadá, aunque fue un F-22 estadounidense el que disparó con éxito contra el aparato sospechoso, detalló el primer ministro, quien se coordinó con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden para realizar el operativo.
Las autoridades canadienses también se encuentran en la tarea de rescatar y analizar los restos del objeto derribado en su soberanía para entender mejor las intenciones que se encuentran por detrás, sin acusar directamente a ningún responsable.