El embajador de EEUU en Paraguay, Marc Ostfiel, dialogó con los presidentes de las dos cámaras del Congreso Nacional a quienes manifestó la intención de su país de seguir colaborando en la lucha contra la corrupción y contra el crimen organizado y de apoyar los emprendimientos en la hidrovía Paraguay-Paraná. Este lobby lo hace luego en el contexto de dos hechos: la declaración de la Cámara de Diputados de la provincia del Chaco Argentino que están molestos por el control norteamericano en nuestro país y las investigaciones pendientes en Washington contra los políticos paraguayos designados «corruptos».
Sin embargo, no hubo más información sobre el encuentro en la sede diplomática en Asunción. El presidente de la Cámara de Diputados, Carlos María López, y el embajador Ostfield informaron escuetamente a través de sus respectivas cuentas en twitter que hubo un importante encuentro con líderes del Congreso (ellos y el presidente del Congreso Nacional, Oscar Salomón), «para discutir prioridades como el combate a la corrupción y crimen organizado, y la propuesta plan maestro @USAEHQ para potenciar beneficios ecológicos, sociales y comerciales de la hidrovía».
La Cámara de Diputados de la Provincia del Chaco, Argentina, había divulgado un comunicado (el 16 de setiembre último) donde expresaron su preocupación por el control norteamericano de la hidrovía, la triple frontera, entre otros temas. «El interés geopolítico por la hidrovía y la Triple Frontera está asociado a una serie de negocios vinculados a la zona», decía la declaración aprobada por los diputados argentinos. «En ese proyecto liderado por el sueco Girindus Investments, Blas Zapag entró con 1.400 millones de dólares aportados por el banco de Goldman Sach. Esta es la conexión con Estados Unidos”, decían los legisladores del vecino país.
«La Cámara de Diputados resuelve expresar preocupación por la introducción de inversión financiera de Estados Unidos en la Hidrovía Paraná-Paraguay y presencia militar norteamericana en el tramo paraguayo, lo cual amenaza directamente a los intereses económicos de nuestro país por la implicancia del control del territorio y de los capitales que la elaboración de un plan maestro para la navegabilidad del río Paraguay pueda significar para la región», decían también los argentinos.
El hecho abrió un debate político e inclusive diplomático, por ahora, en voz baja, en el Paraguay, pese a que los argentinos ya hicieron una declaración en su Parlamento de la Provincia del Chaco.
