Este fin de semana acompañamos a compatriotas que fueron por tierra al Brasil para disfrutar de sus playas. Para muchos, el lunes culminan las vacaciones y deben de retornar lo más rápido posible al país. La experiencia es la siguiente.
En la madrugada del domingo 22 de enero, varios paraguayos salieron en simultáneo de las playas de Santa Catarina. Quién más tarde salió, lo hizo a las 8 de la mañana cubriendo el trayecto de las rutas BR-101, BR376 y BR-277 para alcanzar a tiempo Foz de Iguazú. El problema, las largas filas en la aduana.
Las principales rutas brasileñas parecían rutas paraguayas de tantos vehículos con chapas nacionales cruzando el territorio del vecino país. El movimiento es constante y sin inconvenientes mayores aprovechando las buenas condiciones de conservaciones de las rutas del vecino país.
Son aproximadamente 12 horas en promedio a 110 kilómetros por hora lo que se puede desarrollar desde las playas hasta Foz do Iguacu, con trechos donde capaz que para muchos compatriotas encuentren algo diferente la reducción de velocidad por fiscalización electrónica, es d ecir, unos radares instalados con sistema de fotomulta por todas las principales vías del Brasil.
La tortura de migraciones brasilera a los paraguayos
Tanto a la ida como al retorno, lo peor de los trámites se da en el lado brasilero del Puente de la Amistad. Si bien en este lugar ofrecen el sistema de escaneo del código QR para poder llenar rápidamente el formulario de entrada y salida al país, sólo dos funcionarios trabajan sin descanso para atender a la avalancha de paraguayos que quieren llegar e irse.
Para todos los trámites de ingresos y partidas, un fila se extiende por todo el ala derecha del edificio de la Receita Federal de Foz de Iguazú. Por hora, fácilmente 500 paraguayos son atendidos por tan sólo dos funcionarios asignados por el Gobierno del vecino país para los trámites migratorios, lo que complica para quienes esperan con altas temperaturas fuera de garitas.
Debido a la alta afluencia de personas, el aseo de los sanitarios no es tan higiénico, en otros tiempos este detalle no pasaba por alto y se cuidaba mucho.
Entrar y salir de Brasil más rápido
Por todo el recinto de la Receita Federal están estandartes y aficiches que ofrecen escanear un códifo QR que solicita los datos del extranjero que ingresa al Brasil. Entre los datos solicitados se encuentran: Nombre y apellido del viajero, motivo de su viaje, número de cédula de identidad, número de chapa del vehículo con el que ingresa al país, país de origen, país de nacionalidad, país donde vive, sexo biológico, fecha de nacimiento y sólo para brasileños, el número de RNE.
Para quienes no usan dispositivos móviles o prefieren el viejo método escrito, este mismo formulario se retira de varias mesas puestas a lo largo de la fila para comodidad de las personas que quieran servirse en completar y entregar en ventanilla.
La diferencia entre un sistema y otro, es que el sistema digital no necesita ningún sellado y sólo exigen guardar una copia en pdf del documento que sirve para presentar a las autoridades que lo solicitan. Al documento físico se le sella y debe ser presentado siempre en conjunto con la cédula de identidad en la estadía por el país vecino.
Declaraciones en el lado paraguayo
La Dirección Nacional de Migraciones, en su oficina del Puente de la Amistad, nada más escanea la cédula de identidad del viajero, revisa el certificado de vacunación contra la fiebre amarilla, en caso de viajar con uno de los padres, se revisa el permiso de salida del país de menores otorgado en cualquier juzgado de paz, legalizado en el Ministerio de Relaciones Exteriores y en el caso de Brasil es con apostillado.
Al finalizar la presentación de entrada y salida de migraciones, se toma una fotografía de la persona y no se firma o entrega documento alguno ya que entra directamente al sistema de Migraciones.
En Paraguay, afortunadamente la espera es más reducida.