En un contexto donde la cooperación bilateral es clave para el desarrollo regional, los gobiernos de Paraguay y Argentina avanzan en la planificación y construcción de dos nuevos puentes que prometen transformar de forma preponderante la dinámica económica y social entre nuestros países. El proyecto de mayor envergadura es el puente que unirá Colonia Cano con Pilar, una obra largamente postergada pero de vital importancia para el intercambio comercial y la integración regional.
La construcción de esta nueva vía de comunicación no solo facilitará el transporte de bienes y servicios, actualmente limitado a embarcaciones y balsas, sino que también dinamizará la economía de la región. La implementación de un puerto en Pilar, aprovechando las características de aguas profundas del río Paraguay, podría posicionar a esta zona como un nodo logístico clave para el transporte de mercancías hacia mercados internacionales. Este avance, ya visible en el territorio paraguayo con nuevas rutas que conectan a la capital de Ñeembucú, promete romper con años de postergación y olvido, al que fue sometido injustamente este región de la República.
Sin embargo, el desarrollo de infraestructura trae consigo desafíos que no pueden ser ignorados. La mejora de las vías de comunicación, siempre es sinónimo de progreso, pero al mismo tiempo también puede facilitar actividades ilegales si no se adoptan las medidas preventivas adecuadas. El sur de nuestro país ha sido, en los últimos años, un corredor para el contrabando y la actividad de organizaciones criminales. Es por ello que hay que comenzar a trabajar de forma anticipada para garantizar que estos proyectos se desarrollen dentro de un marco de seguridad y legalidad.
En las recientes reuniones de las mesas técnicas de Pilar-Colonia Cano y Puerto Falcón-Clorinda, representantes de Paraguay y Argentina, junto con expertos del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y de la Consultora CSI, abordaron los estudios de factibilidad y la mejor localización para los futuros puentes. Estos encuentros reflejan la importancia de una planificación meticulosa que considere aspectos técnicos, medioambientales y también de seguridad.
La construcción de estos puentes representa una oportunidad histórica para Paraguay y Argentina. Pero para que esta infraestructura realmente beneficie a la población, es esencial que el desarrollo se lleve a cabo en un entorno de seguridad y legalidad. Solo así se podrá garantizar que el progreso sea inclusivo y sostenible, promoviendo una integración regional que vaya más allá de lo económico y se traduzca en un verdadero bienestar para todos.