El presidente de Brasil, Luiz Inácio «Lula» Da Silva, prometió castigar a organizadores y financistas del intento de golpe de Estado que se produjo en la tarde de este domingo, 8 de enero, en Brasilia. Una multitud de simpatizantes bolsonaristas invadieron los edificios del Gobierno en la capital de Brasil, Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial, y causaron destrozos y parecía que el sistema de seguridad no reaccionaba.
Cuando la situación ya estaba grave, Lula habló desde Sao Paulo, anunciando la intervención federal para despejar la manifestación y enseguida anunció también la destitución del ministro de Seguridad, Anderson Torres, de quien sospecha que estaba reunido con Bolsonaro en los Estados Unidos.
El propio presidente de Brasil denunció fallas en el sistema de seguridad porque es la primera vez que ocurre esto en este país.
«Son vándalos instruidos, fascistas fanáticos. No hay precedente de lo que hizo esta gente. Tienen que ser castigados, vamos a descubrir quienes son los financistas y todos van a pagar con el peso de la ley”, dijo Lula desde Sao Paulo.
Lula decretó la intervención federal de fuerzas de seguridad para el restablecimiento público en Brasilia. Recién después de esta intervención las fuerzas de seguridad logró esparcir a los manifestantes. Al cierre de este informe, iban 150 personas detenidas.
Lula se encontraba este domingo en Araraquara, interior de Sao Paulo, donde hubo daños por las fuerte lluvias.
Los manifestantes exigían la intervención de las Fuerzas Armadas y que se devuelva el poder a Bolsonaro.
Destruyeron lo que encontraban a su paso
Los manifestantes destruyeron lo que encontraban a su paso, desde los cristales de los edificios, los muebles y los asientos. Dejando destrozos. Militares, exmilitares, y extremistas de derecha formaron parte del grupo.
Lula triunfó en la segunda vuelta electoral del 30 de octubre, con el 50,9% de los votos válidos frente al 49,1% de Bolsonaro. Sin embargo, un buen porcentaje de bolsonaristas aún no acepta el resultado de las elecciones.
La Policía usó gases lacrimógenos para tratar de contener a los manifestantes. Un coche de la policía legislativa se estrelló contra el espejo de agua del Congreso.
Solidaridad internacional
La solidaridad internacional no tardó a favor de Lula. De todos los países de América y varios de Europa se pronunciaron a favor del mandatario brasileño y de la institucionalidad de Brasil.