Preguntamos a los lectores, ¿cómo es posible que Petropar pueda perder dinero?. Es una empresa por cuyos productos se pagan al contado. El que va a sus estaciones de servicios no pide fiado. Y si trabaja con el Estado, se presume que cobra. Obviamente, la respuesta de su mal momento financiero es el clientelismo, la prebenda en el reparto de cargos y la corrupción. Es una entidad que siempre crea nuevos ricos o saca al menos a muchos de la pobreza.
Ni siquiera empezó el año y la entidad estatal ya subió el precio del diésel común a G. 300. O sea, hoy llega a G. 8.600 el litro. Además de que el incremento pueda obedecer a los puntos citados más arriba, la forma sigilosa en que se dispuso la suba delata el tipo de dirigencia que tenemos en el país. Mientras se siga manejando como botín de los políticos de turno, la austeridad, la transparencia y la administración honesta estarán ausentes.
El nuevo ajuste se produce en un momento en que los precios internacionales están con tendencia a la baja. Algunos dirán que las tarifas están por debajo de lo que ofrece el sector privado. Sin embargo, eso más que un argumento a favor, revela que los precios pueden ser más bajos aún si no hubieran despilfarro y corrupción en el ente petrolero.
El que conoce cómo funciona Petropar, bien se puede atrever a poner la firma en que difícilmente pasen los primeros meses del año para que también venga aumento sobre los precios de las naftas. Siempre fue así. La realidad tampoco pinta que pueda cambiar en el futuro. Pasaron todo tipo de administradores y el ente no salió del saldo rojo.
Dentro de un futuro sombrío para el consumidor se debe agregar que los emblemas privados también ya analizan aumentar el precio en breve. Eso lo van a justificar diciendo que el Ejecutivo ajustó la base imponible del selectivo al consumo del diésel tipo III y levantó las reducciones establecidas para las naftas, por lo que el incremento es imposible detener.
Ojala en medio de la alza que se tiene, el Banco Central del Paraguay (BCP) no haga su estudio de inflación/año ignorando las subas que se están dando, y que seguirán dándose con el correr del tiempo, para terminar luego en diciembre del 2023 asumiendo que la inflación fue más de la estimada. Hay que tener mucho control con la suba del diésel y las que vendrán con las naftas, más aún cuando hay un Gobierno que se está yendo y ya casi todo lo hace por inercia y con un piloto, que más que nunca, merece ser monitoreado.
