Juan Carlos A. Moreno Luces (Sociólogo paraguayo)
Los principales estudios internacionales sobre el precio del petróleo son coincidentes. Y al no existir en nuestro país un organismo de consulta al respecto, permite el libre albedrío en la materia y reclamos sin fundamento.
En los últimos días, aparecieron nuevos actores disfrazados de especialistas en la materia y abordaron el tema como una cuestión simple de mercado y denunciando supuestos intereses políticos.
Es más, el precio del petróleo y sus derivados en países no productores es una compleja ecuación donde las condiciones de volumen de compra, capacidad de almacenamiento, transporte y otros ítems, inciden en su precio final.
Las irracionales manifestaciones de sectores auto convocados y decididos a lograr la baja de los derivados del petróleo, si bien son legítimas, las mismas no poseen un sustento lógico. Y carecen de contenido instrumental.
En otros términos, no poseen un estudio qué visibilice esta posibilidad. Las consultoras de mayor prestigio internacional, coinciden en que la tendencia seguirá al alza para el 2023 y el 2024.
Tanto para Morgan Stanley y Golman Sachs, adelantan un precio entre 100 y 105 dólares el barril. Y para J. P. Morgan, el precio podría llegar a 150 dólares, en el próximo año.
Si a todo esto, le agregamos que la OPEP, ha oficializado su programa de reducción de su producción y viene cumpliendo con su cronograma establecido en el año 2019, el panorama está muy claro. Los precios subirían aún más.
Entonces, hoy pretender bajar los precios es simplemente una cuestión que atenta contra la estabilización política y está plagada intereses oscuros.
¡Basta de estupideces!
Seamos serios. Por todo lo expuesto y sin titubear sostengo. Los boicoteadores del tránsito libre deben ser detenidos y procesados por incumplir las leyes.
